Dos personas habrían participado en el crimen de Micaela García. Al menos eso es lo que piensan los abogados de ambas partes y el fiscal que investiga el caso. Sin embargo, la cuestión central pasa por determinar quién fue el cómplice de Sebastián Wagner, el confeso homicida. Si bien el principal acusado involucró a su patrón, éste, en su declaración, se desligó del hecho y apuntó a “alguien muy cercano a Wagner”.
Ambos acusados por el crimen de Micaela, cometido el 1º de abril en Gualeguay, jugaron sus cartas. Wagner declaró la semana pasada ante el fiscal y dijo que habían “violado por turnos” a la joven de 21 años junto a su empleador, Néstor Pavón.
En contrapartida, Pavón dio su versión en casi tres horas de indagatoria y negó todos los cargos. El dueño del lavadero Miyo –acusado como coautor del crimen– aseguró ser “inocente” y entendió que Wagner lo involucró para “proteger” a alguien “muy cercano” a él.
Coartada. Pavón reconoció que se juntaron a cenar porque “Wagner estaba deprimido” pero explicó que a las 3 de la madrugada el principal acusado lo dejó a él y a su hijo menor de edad en su casa. En su declaración explicó que volvió a saber de su empleado a las 9 de la mañana de ese mismo sábado 1º de abril (a Micaela se la ve saliendo del boliche King a las 5.23), cuando otros empleados del lavadero lo llamaron para avisarle que Wagner no había abierto el comercio como supuestamente estaba estipulado.
“Pavón llama a Wagner y no lo atiende y después la concubina le dice que se sentía mal. “Ella y su hijo se encargan de lavar el auto y de aspirarlo (en la aspiradora apareció un pelo de Micaela)”, cuenta el abogado defensor del comerciante Andrés Carvajal. “Más tarde aparece la mujer y Wagner en el lavadero y le pide una manguera para lavar el auto”.
“Wagner ya acusó en otra causa a otra persona, en ese caso a su mellizo, para salvarse. ¿Por qué no podría hacerlo de nuevo para salvar a otra persona muy cercana a él?”, se pregunta Carvajal. Sin decirlo, dejan entrever que se trataría de un familiar muy cercano al principal acusado, mayor de edad, que podría estar implicado en el crimen. Hoy lo único que involucra a Pavón con la violación y el asesinato de Micaela es la declaración de Wagner. Hasta el momento no se encontraron rastros genéticos en el auto, que fue “muy bien lavado”, ni en el cuerpo de la víctima.
Por su parte, el fiscal informó que recibió las declaraciones de vecinos de la casa de Pavón, quienes negaron haberlo visto regresar al acusado esa noche. “Para nuestra teoría, los vecinos del caso fueron importantes, porque descartan haber escuchado y visto a Pavón en el horario que él indica”, mencionó Ignacio Telenta.
El abogado de la familia de la víctima, Jorge Impini, aseguró a PERFIL: “La participación de dos personas en el hecho estaría casi demostrada por algunas pruebas concretas y por cómo ocurrieron los hechos. La declaración de Pavón se la ve muy bien armada para ubicarlo lejos del crimen”. Por eso destaca la importancia de los resultados de análisis genéticos y técnicos que podrían estar para la próxima semana.