POLICIA
condena a tres acusados

Caso Candela: los fiscales le apuntaron a la Bonaerense

Mario Ferrario, Antonio Ferreras y Pablo Galarza aseguran que “existieron negociaciones paralelas de la Policía”, y que en el debate “se pudo acreditar la verdad de lo que pasó en el último tramo del secuestro”.

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Maldita policía. Galarza y Ferreras creen que se tuvo que haber prescindido de la Bonaerense. | aballay

“Fue un juicio tan largo como los de lesa humanidad. O el de (Julio) Grassi, que fueron nueve meses”. Los fiscales Antonio Ferreras y Pablo Galarza hablan entre ellos. Aún no llegaba a la entrevista el tercer integrante del equipo, Mario Ferrario, el funcionario judicial que logró encaminar la causa y llevarla a juicio. Una tarea que parecía imposible.

La causa por el crimen de Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años secuestrada, abusada y asesinada en 2011, casi alcanza los cien cuerpos. “Es tremendo”, reflexiona Ferreras con la mirada en dirección a la pila de expedientes ordenados prolijamente en un mueble con estantes.

—¿Por qué fue tan extenso el juicio?

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GALARZA: Fuimos en busca de la verdad y para eso debimos tratar todas las aristas del caso; sin perder de vista que se estaba juzgado a tres personas por el homicidio de Candela, en el juicio tratamos de llegar lo más cerca de la verdad posible a las otras cuestiones como el informe del Senado, las cúpulas policiales y del entramado político. La trascendencia mediática que tuvo lo convirtió en un caso especial.

Ferreras: Por eso desfilaron desde el ex ministro (Ricardo) Casal para abajo, toda la cúpula policial, funcionarios políticos de la época. Es un caso con tantas particularidades que, entre las cosas que se ventilaron en el juicio, es que el día en el que aparece el cuerpo, iba a Hurlingham el gobernador Scioli. Es decir que Scioli no fue porque apareció el cuerpo, sino que el cuerpo apareció porque iba Scioli. Esto está acreditado por dichos de un comisario y una conversación telefónica de Carola en la que, invitada al programa de Mirtha Legrand, dice: “No, hoy no puedo porque viene Scioli”. Hicieron aparecer el cuerpo ese día con intención. Es un dato revelador del accionar mafioso detrás del crimen.

—¿Lograron llegar a toda la verdad?

G: Consideramos que llegamos a acreditar la verdad de lo que pasó en el último tramo con Candela. Obviamente, queda la investigación de lo que ocurrió antes. También determinamos que estuvo cautiva en San Martín, que era algo que fue tapado o soslayado en la investigación inicial.

— ¿Tapado por quiénes?

G: Estamos convencidos de que dentro del comité de crisis, personalizado en Castronuovo (N. de R.: ex superintendente de Investigaciones de la Policía de Buenos Aires), existieron negociaciones no oficiales o paralelas que, siempre entendemos con el fin loable de que la nena apareciera con vida, sin documentar.

—¿Cómo afectaron estas negociaciones a la investigación?

G: De este hecho se derivaron 28 investigaciones nuevas con distinto grado de importancia. Entre ellas, si existió incumplimiento de funcionario público o algún tipo de otro delito, que involucran a funcionarios judiciales y a jerarquías policiales, relativo a estas negociaciones paralelas que podrían haber influido en el resultado fatal.  

—¿Alguno de los jefes policiales o Casal reconocieron estas negociaciones paralelas?

F: No.

G: Lo que sí reconoció Castronuovo, ante lo evidente, es que existían llamadas que vinculaban al Topo Moreira (un informante de la Bonaerense con vasto conocimiento de San Martín) con el Ministerio de Seguridad. Castronuovo sabía de Moreira, se había reunido por el tema de Mameluco Villalba, y la primera persona que menciona el papá de Candela es a Moreira. No era un nombre desconocido para la máxima autoridad de investigaciones de la Provincia. Por eso nososotros sospechamos de las negociaciones paralelas.

F: Hay un pacto de silencio que no se rompe.

G: Con el fin loable de que la nena apareciera, querían esa foto, pero sin tocar algunos sectores. No podemos afirmarlo como una sentencia condenatoria, pero tenemos indicios fuertes de que Castronuovo estuvo en una negociación con Moreira, un hombre vinculado al delito, con mucho conocimiento de San Martín, los vínculos y movimientos de Villalba y conocido del papá de Candela. Aparentemente, Moreira, pese a que era él el que estaba dando información para la captura de Villalba, pretendía enrostrárselo al papá de Candela. Andaba diciendo que Juancho andaba marcando “ranchos” para la policía con el fin de capturar a Mameluco.

—¿Esto podría haber motivado el secuestro de Candela?

FERRARIO: Es una hipótesis. No importa si fue por piratería, por narcotráfico o por marcar casas a la policía, el secuestro estuvo vinculado al padre y el mundo en el que se movía.

G: Estamos convecidos de que a Candela la fueron a buscar porque era Candela.

—¿La policía manejó la investigación?

G: Se tuvo que haber prescindido de la Bonaerense en la investigación y recrear desde cero.


Otro juicio con la mira en los jefes policiales

El miércoles pasado fueron condenados por el crimen de Candela Rodríguez Hugo Bermúdez y Leonardo Jara a prisión perpetua por ser considerados “coautores” de “privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte”. Cuatro años de pena recibió Fabián Gómez, “partícipe secundario” de la “privación ilegal de la libertad”.

Sin embargo, no es el final del caso. El fiscal Mario Ferrario sigue al frente de la denominada Candela II, una causa que buscará determinar las responsabilidades que faltan y dilucidar por qué los jefes policiales se negaron a seguir la pista que indicaba que la nena de 11 años estaba cautiva en San Martín.

Para los fiscales que participaron, las condenas dan una base sólida a la nueva investigación.

Los jueces remarcaron en el fallo que las “graves deficiencias” que tuvo el expediente derivaron en la apertura de 28 causas conexas, algo inédito en la tramitación de un proceso oral, pero que aun así no se refleja la cantidad de delitos y personas que resta investigar por el caso.