El abogado Matías Morla, representante de las hijas del empresario asesinado Roberto Fernández Montes, dijo que una de ellas entregó a su propio esposo y padre de sus hijos en la comisaría luego de verlo en las imágenes que las cámaras de seguridad del edificio registraron el día del crimen.
El letrado reveló que “de casualidad las chicas vieron la filmación del departamento y ellas advirtieron que el homicida formaba parte del grupo familiar”.
"No fue producto de ninguna investigación, fue una de las hijas que logró dar con la persona (por Corona)”, indicó Morla, quien cree que hubo un tercer cómplice, aunque todavía no habría ninguna orden de detención.
Tras darse cuenta de quién se trataba, Natalia llevó a su esposo engañado a la comisaría y lo entregó ante los investigadores del caso.
Morla aseguró que Santiago Corona, yerno de la víctima y sindicado coautor del asesinato, durante la desaparición del empresario fingió ayudar a la familia a buscarlo en hospitales y decía que “iba a encontrarlo”. "Las hijas pensaron que Roberto había sufrido un pico de presión y por eso buscaban en los hospitales, Corona decía que iba a encontrarlo, todo una farsa”, sostuvo Morla.
"Fue un crimen totalmente planificado, previsto y que se realizó con total alevosía, aparte del asesinato que hizo después quemó el cuerpo y por eso no puede determinarse la causa de la muerte dada la descomposición del cadáver”, afirmó.
Según Morla, abogado de Giselle y Natalia, esposa de Corona, “este personaje venía amenazando (a la familia) por una carpeta” que Fernández Montes tenía en su departamento a raíz de unas “estafas previas” que supuestamente había cometido Corona.
Para el abogado, el móvil del crimen fue por esa situación y luego se sumó lo de una póliza de seguro de vida que iba a cobrar a través de su hija y los 20.000 dólares hallados en el auto del empresario.
Por último, Morla dijo que “esta persona (Corona) amenazó de muerte a Natalia Fernández, amenazó de muerte a Roberto Fernández y lo asesinó y ahora está amenazada de muerte Natalia y no hay consigna policial, por eso habría que ordenar custodia porque esta gente está desequilibrada”.