La historia de Raúl Gómez Cincunegui (58), el improvisado andinista que fue rescatado el domingo pasado en la Cordillera de los Andes después de estar perdido durante 120 días, tiene un trasfondo judicial que podría llevarlo a prisión por algunos años.
El hombre, de origen uruguayo, está acusado por abuso sexual de un menor y, si bien todavía permanece alojado en un hospital de San Juan, está detenido y con custodia policial permanente.
Gómez Cincunegui salió en su moto en abril pasado desde la ciudad de Bella Unión con rumbo a Chile. Tenía previsto participar de un encuentro de motoqueros. Antes de llegar a destino hizo una parada en Mendoza, donde visitó a un amigo. Luego continuó su expedición hasta Neuquén, donde cruzó al país trasandino. Allí se hospedó en la casa de su suegra. Su mujer, Mariana Díaz, le había pedido que visite a su mamá y a su hermana antes de su recorrida.
El uruguayo, que hace treinta años trabaja como plomero, llamó a su esposa y le avisó que la moto se le había roto y que cruzaría la Cordillera a pie. El 11 de mayo inició la aventura. Una semana después, una de sus hijas radicó una denuncia por desaparición.
El domingo pasado fue encontrado de casualidad por personal de Gendarmería Nacional en un refugio cercano a la localidad de Barreal, en San Juan. De inmediato fue trasladado al hospital Rawson.
Gómez Cincunegui había perdido veinte kilos, atravesado un crudo invierno sin la ropa apropiada y hasta comido ratas para sobrevivir. Tras reencontrarse con él, sus hijas, Patricia y Paula, dijeron a la prensa: “Creíamos en el milagro. Confiábamos que iba a aparecer con vida”.
La historia cambió radicalmente cuando se supo que la Justicia chilena estaba tras sus pasos. Detrás de la supuesta aventura estaría la intención de huir de una causa judicial que se había abierto el 22 de abril pasado por abuso.
Fuentes del caso informaron a PERFIL que la supuesta víctima sería un pequeño sobrino del acusado, de 8 años, al que le “habría tocado sus genitales”. A partir de esta noticia, la familia dejó de hablar de milagro y se negó a seguir declarando ante la prensa. “Por lo que es de público conocimiento preferimos no hablar más”, dijo Patricia a este diario.
Por su parte, la defensora oficial del acusado, Paula Quinteros, explicó: “La causa está en estado de formalización, o sea, en etapa preliminar. El imputado venía a un encuentro de motoqueros a nuestro país, se quedaba en la casa de unos familiares, que tenían un hijo, menor de edad y la madre hace la denuncia a carabineros, siendo detenido, don Raúl Gómez”. La letrada detalló que Gómez no registra condenas ni antecedentes que lo vinculen con otros hechos. La misma información maneja la Justicia argentina, que ordenó la prisión provisoria, tras el pedido de extradición pedido. “Todavía no se realizó el examen de credibilidad al menor para determinar si su relato es creíble”, concluyó Quinteros Díaz.
La extradición fue despachada el lunes por la fiscal del caso, Patricia Varas, quien explicó que tras la denuncia “el imputado quedó con la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima y con arraigo nacional, por lo que se presume que su salida de Chile se produjo por un paso no habilitado”. La Justicia chilena tiene treinta días para realizar distintos trámites y que finalmente Gómez sea extraditado para afrontar esta causa. Por lo pronto, el jueves recibió el alta médica y fue trasladado por orden del juez Leopoldo Rago Gallo a un calabozo de la delegación de la Policía Federal. Por una descompensación estomacal fue llevado de vuelta al hospital. Allí permanece internado en una sala común rodeado de policías.