Esta semana se conoció el faltante de casi 20 mil municiones del Batallón de Arsenales 603 del Ejército Argentino, ubicado en la localidad de Fray Luis Beltrán, en Santa Fe. Fuentes judiciales indicaron a PERFIL que se investiga si esas balas, la mayoría calibre 9 milímetros, fueron utilizadas en homicidios atribuidos a miembros de la banda Los Monos, liderada por la familia Cantero.
La irregularidad en el arsenal se descubrió en diciembre de 2014, pero creen que los proyectiles fueron utilizados con anterioridad para matar a integrantes del clan Bassi, comandado por el presunto narco Luis “el Pollo” Bassi, rival de los Cantero.
En diciembre de 2013, fue acribillado Leonardo y en febrero de 2014, su hermano Maximiliano. En octubre, asesinaron a Luis Bassi, padre de los tres anteriores.
Los crímenes fueron ejecutados por sicarios que usaron armas 9 milímetros y sospechan que se cometieron en el marco de una venganza por el homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder de Los Monos, baleado en mayo de 2013.
La investigación del crimen de Luis Bassi, a cargo del fiscal Florentino Malaponte, llevaría a los pesquisas hasta el Arsenal 603 que fue cerrado este viernes, pese a que el faltante se conoció en diciembre pasado. Ese mismo día, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, decidió el pase a retiro del director de Arsenales del Ejército Argentino, coronel Hugo Víctor Meola.
En clave. “Confites” (balas) y “novillos” (9 mm) en “la casa de cotillón” (lugar de venta de armas). Las escuchas de la causa por el homicidio de Martín “Fantasma” Paz revelaron el funcionamiento de la banda Los Monos en Rosario y pusieron en evidencia la complicidad de las fuerzas de seguridad y la compra de armamento en el mercado negro.
A través de las escuchas y los testimonios, los investigadores llegaron a la conclusión de que el encargado de conseguir el armamento sería Mariano Ruíz, ladero de Ramón “Monchi” Machuca, señalado como uno de los líderes de la banda narco tras la muerte del Pájaro.
Ruíz, que conducía un Audi TT, fue sindicado como “lavador y testaferro” de la organización. Fue detenido en la vía pública el 22 de agosto de 2013 por la Policía Federal cuando salía de un edificio de lujo en Recoleta junto a su mujer, Lorena Schneider. El presunto lavador de la banda Los Monos está procesado por asociación ilícita, pero espera el juicio en libertad debido a que la pena que le correspondería en caso de ser encontrado culpable es de cinco a diez años de prisión.
