La Matanza: un colectivero fue al kiosco con su bicicleta nueva, le robaron el celular y fue asesinado
Néstor Gabriel Gómez regresó a su casa luego del trabajo, acostó a su hija de siete años y murió en medio de un robo. Los delincuentes se llevaron el teléfono y la billetera.
Asesinato del colectivero |
Agencia NA
Néstor Gabriel Gómez, colectivero de la línea 42, regresó a su casa el fin de semana para disfrutar de su familia. Cenaron, se subió a su bicicleta nueva y luego fue al kiosco en su flamante adquisición. Sin embargo, no regresó. De acuerdo a su pareja, lo mataron dos hermanos tras robarle la billetera y el celular en González Catan. Su hija todavía no sabe de su muerte.
Horas antes de su asesinato, Myrian González (32) decidió regalarle una bicicleta a su marido. Néstor, de familia de colectiveros y padre de una niña de 7 años, expresó entonces: “Voy a comprar cigarrillos y vuelvo”. Fue la última vez que lo vieron con vida luego de haber sido abordado por dos personas que le robaron y lo dejaron tirado, casi muerto sobre el cordón de la vereda.
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El hecho ocurrió el sábado a las 2.20 de la madrugada en la intersección de las calles Ramírez Velazco y Manuel Arias, en González Catán, partido de La Matanza, a una cuadra y media del kilómetro 30 de la Ruta Nacional 3.
Según las primeras pericias, Néstor Gómez fue golpeado y presentó varias contusiones en el cráneo que, según las pericias, podrían ser producto de la caída y de alguna patada cuando el hombre ya estaba en el piso. El colectivero fue trasladado a una sala de Unidad de Primera Asistencia (UPA) de 24 horas ubicada a pocos metros. Sin embargo, ante la complejidad del caso lo derivaron al Hospital Evita.
Las declaraciones posteriores describieron una situación perversa, ya que los propios asesinos le habrían dicho a su esposa: "Tu marido está tirado, se cayó de la bicicleta". Por el crimen, la familia del hombre señala a dos hermanos del barrio que, según dicen, podrían haberse fugado a otra provincia.
Al respecto, la mujer dijo que los asesinos "son conocidos del barrio, dos hermanos que viven a la vuelta de mi casa" y, además, "quedaron filmados por una cámara de seguridad cuando cometían el asesinato".
Antes de entrar al quirófano, la esposa le habló al oído: "Gordo, está todo bien". Aunque él ya no podía responder, pero "se le salió una lágrima", según relató. A pesar de la rapidez, no llegaron a operarlo y murió por la tarde.
Quién era el colectivero asesinado
Néstor Gómez estaba completando el período de prueba en la línea 42 (que recorre desde Nueva Pompeya hasta Ciudad Universitaria, en la Ciudad de Buenos Aires), el cual tenía una duración de tres meses. Para él, trabajar de colectivero tenía un arraigo familiar, ya que su padre fue chófer de la línea 109.
“Viru”, como lo llamaban sus compañeros, era muy cariñoso con su hija y con pareja según describieron.
La tarde del homicidio, su esposa le había comprado la bicicleta a un compañero de trabajo, por $64.900. "Estaba re contento", dijo la mujer, nacida en Paraguay, quien solía ir a la feria de la plaza Gamboa, en el kilómetro 28 de la ruta 3, a vender camisetas, joggins y ropa los martes, viernes y sábado, para ayudar en la economía familiar.
La hija del chofer asesinado todavía no sabe que su papá murió y le escribe cartas pidiéndole que se recupere, mientras su madre intenta encontrar fuerzas y alguna explicación.
