POLICIA

Otro testigo vincula al ex cuñado de Rubén Ale con el secuestro de Marita

Simón Nieva aseguró que Carlos Rivero le contó cómo fue secuestrada la joven. Las amenazas de los Ale. Fotos.

Otro testigo vincula al ex cuñado de Rubén Ale por el secuestro de Marita Verón
| Télam.

Después de 31 audiencias y casi medio centenar de testigos, el juicio oral y público que se sigue por la desaparición de María de los Ángeles Verón se encamina a confirmar las sospechas sobre la participación de los proxenetas riojanos y a complicar cada vez más la situación de la ex esposa de La Chancha Ale, María Jesús Rivero, como así también la de su hermano Carlos, que hasta la semana pasada se mantenían inmunes a las acusaciones, aunque todavía queda mucha tela para cortar, ya que faltan que declaren 100 testigos.

El testimonio de Simón Nieva, considerado clave por los abogados de Susana Trimarco, madre de Verón, sirvió para ratificar las sospechas en torno a la relación entre los Ale, las redes de trata de La Rioja y el secuestro de Marita y, pese a las inquisidoras preguntas del abogado de los Rivero Cergio Morfil, no mostró fisuras. Sólo pudo ser cuestionado por la conflictiva relación que mantenía el testigo con los Rivero.

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Confesión. Durante su declaración, Simón Nieva contó al tribunal que tenía como asiduo cliente de su verdulería a Carlos Rivero, que en diciembre del 2003, le relató que por orden de su hermana, María Jesús Rivero, ex esposa de Rubén La Chancha Ale, había “levantado” a Marita Verón en un Fiat Duna blanco de la remisería Cinco Estrellas y que a cambió de ese trabajo le habían prometido una paga que nunca se concretó.

Según relató Nieva, la confesión hecha por Carlos Víctor Rivero, fue después que éste fue invitado a concurrir a la remisería para que diera explicaciones sobre un supuesto desliz sexual que él había tenido con una clienta de la remisería: “Rivero no quería ir, porque según me dijo La Chancha Ale lo iba hacer arrodillar ante él para que pidiera disculpas y después lo iba someter una feroz paliza”.

Nieva afirmó que Rivero le había contado que él había secuestrado a Marita Verón y que, para hacerlo, había utilizado un arma calibre 9 milímetros, con la que la golpeó en la cabeza para forzarla a subir. Y que desde ahí la había llevado a la casa que tiene María Jesús Rivero en Yerba Buena, hasta que le avisaron que iba a haber un allanamiento y finalmente la trasladaron a La Rioja.

Durante la confesión, Rivero le confío que Marita era una pieza valiosa, porque según dijo tributaba 5.000 dólares.

Amenazas y golpizas. Nieva contó que después de haber efectuado la denuncia, recibió numerosas amenazas e inclusive detalló que, en una oportunidad, Rivero golpeó a una de sus hijas, advirtiéndole que iba a correr la misma suerte que Verón. “Inclusive también llegó a ofrecer a una de mis hijas para la prostitución a través de Internet”, destacó.

“La última represalia por mi denuncia la recibí el 16 de febrero de este año, cuando un grupo de personas me golpeó y me advirtió que si me presentaba a declarar, mi familia y yo íbamos a ser muertos”, añadió.

Torpeza y careo. Más temprano, María Jesús Rivero repartió entre los periodistas y parte de público, dos hojas con los antecedentes penales de Simón Nieva, con la finalidad de desacreditar su testimonio. La maniobra fue advertida por el abogado de Trimarco, Carlos Varela Álvarez, quien la denunció ante el tribunal. De acuerdo con el letrado, estarían infringiendo en un delito al hacer público esos datos, que sólo están reservados para ser usados en un proceso judicial.

Para hoy el tribunal deberá decidir qué hacer con ese planteo y resolver el pedido de careo solicitado por los abogados entre Carlos Víctor Rivero y Simón Nieva.

 

(*) Especial para Perfil.com