Brenda Barattini está presa desde el sábado 25 de noviembre de 2017. La encerraron después de mutilar a su amante con una tijera de podar. Ya pasó más de 45 días en el penal de máxima seguridad de Bouwer, en la provincia de Córdoba, donde ahora escribió una carta en la que confiesa que se sintió “oprimida” y dijo “basta”.
“Con esta carta no quiero justificarme, porque sé que reaccioné de una manera horrible, como nunca tendría que haberlo hecho, me sentía oprimida, devastada, vi perjudicada mi carrera, mi vida, mi mente, mis afectos… Llegué a un punto que no di más… y dije basta!”, reconoció la joven arquitecta.
Sin justificar su reacción, admitió que cometió un error. “Actué en forma violenta, me bloqueé emocionalmente, me olvidé de todos, de mi familia, hasta de mí misma”, aseguró, y amplió: “Lo callé, pensaba que nadie merecía escuchar mis tormentos, y me daba vergüenza a la vez, tenía a mi mamá lejos y no quería generar más dramas de los que uno suele tener. Mis problemas eran míos, no de los demás, quería resolverlos yo sola. No pedí ayuda a nadie… ni nadie se percató de lo que me pasaba, ni tampoco quería que se molestaran por mí”.
Barattini aprovechó para agradecer las muestras de apoyo que recibió: “Muchas gracias por brindar su apoyo y entendimiento en esta difícil situación, en especial a Leonor Silvestri, Gladys Herrera, mi mamá y mi familia, que no dudaron en apoyarme desde el primer momento”.
Que no vuelva a pasar. En otro tramo de la carta, dijo que no le gustaría que estos casos se repitan y que hay que aprender a pedir ayuda. “Sé que hay mucha gente que quizás me comprenda y otros que no, y está bien. Somos todos distintos, y es muy difícil ponerse en el lugar del otro. No me gustaría que estos hechos se repitieran, hay que aprender a pedir ayuda y brindarla a quienes lo necesitan para que estos casos no vuelvan a ocurrir”, enfatizó en la misiva, publicada por el diario El Patagónico.
Barattini también se quejó de los medios: “Lo que me sorprende es la falta de comprensión, la morbosidad y la falta de respeto de los medios de comunicación, argumentando cosas inciertas. Detrás de mí hay una familia entera que sufre, y detrás de casos similares al mío, sé que hay mujeres que callan como yo lo hice”.
La joven evitó referirse a la relación que mantenía con su víctima, aunque habló de “violencia de género”. “Tenemos que aprender a no callar la verdad, solo la verdad nos hará libres. Somos seres humanos, debemos usar la inteligencia para prevenir! Hablar! Para evitar los distintos tipos de violencia de género hay que trabajar juntos! Hombres y mujeres! Y que no haya más crímenes por violencia de todo tipo, para poder crecer en sociedad, que es eso lo que nos hace Humanos = Comunicarnos!”.
Brenda está alojada en la Unidad Nº 3 de Bouwer. La arquitecta fue detenida en la ciudad de Córdoba, en un edificio de la calle Chacabuco 580, cuando vecinos escucharon gritos y vieron a un hombre ensangrentado correr por el pasillo. La víctima, identificada como Sergio S., de 40 años, fue trasladada al hospital.
Brenda dijo que se defendió de un abuso sexual y que no sabe qué cortó. “Es un asalto sexual entre dos personas que se conocían y que habían mantenido una relación sentimental, que ella había decidido concluir”, contó su abogado defensor, Carlos Nayi. Y aclaró: “Utilizó lo primero que tenía al alcance de la mano para salvar su vida, para salvar su honor”.