Hace apenas dos meses, Vanesa Rial (38) se puso de novia con Jorge Martinez Poch (50) en La Plata. Sólo unos días después comenzó a sufrir los primeros maltratos. Pensó que era algo pasajero, sin imaginar que terminaría siendo rescatada por efectivos policiales tras cinco días de cautiverio.
Hoy Jorge Martinez Poch está detenido, pero esta tarde se negó a declarar, según informó el fiscal de la causa, Marcelo Romero.
La historia. La pareja se conoció hace apenas dos meses en un boliche de la ciudad de La Plata y esa misma noche él le pidió que se quedara a dormir en su casa. Ella, una abogada de 38 años, comenzó a notar que él, DJ, era demasiado celoso. En una entrevista que dio al diario Clarin, Vanesa contó que al tercer día de conocerlo, la tiró de la moto, la arrastró por el asfalto y le desfiguró el ojo de una piña.
Vanesa vivió realmente un infierno atroz, la golpeaba, le pedia disculpas y la volvía a golpear. Un tiempo después ella quiso terminar la relación pero él no sólo se negó sino que la secuestró en su departamento durante cinco días. El padre de la abogada, asustado por la falta de contacto y por la “relacion tormentosa” que tenía su hija con Martínez Poch, realizó una denuncia.
El lunes pasado, efectivos policiales allanaron la casa del hombre y encontraron que Vanesa había estado secuestrada durante varios días. “No pasa nada”, dijo ella asustada, hasta que se animó a contar el calvario que vivió. "Me dijo que me va a matar. O que me va a volver loca hasta que yo misma decida tirarme por el balcón. Ya lo denuncié, pero si no me ayudan ésta vez me va a encontrar”, dijo Rial después de verlo por úlitma vez.
Desde entonces, Jorge Martinez Poch está detenido por privación ilegítima de la libertad y maltrato. Pero apenas salió la noticia, sus dos hijas se animaron a hablar y también hicieron una denuncia en su contra. Según contaron las jóvenes, el hombre las manoseaba desde que eran niñas, las obligaba a presenciar relaciones sexuales con otras mujeres y se drogaba delante de ellas.
Sus hijas perdieron a su madre hace 13 años y quedaron bajo el cuidado de su padre. “Desde que teníamos 8 y 10 años nos obligaba a mirar películas pornográficas con él, mientras nos acariciaba en la vagina. Se masturbaba delante nuestro. Presenciábamos actos sexuales con sus parejas y nos obligaba a permanecer en la cama”, fueron algunos de los detalles que aportaron al fiscal cuando se presentaron a declarar en forma espontánea luego de su detención.