A partir de este lunes se inicia una semana clave en la investigación que se sigue a los diez rugbiers acusados de haber matado salvajemente a Fernando Báez Sosa (18) en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell, no solo por el pedido de prisión preventiva que se daría el mismo lunes y que incluirá a los diez deportistas, sino también porque se continuarán analizando los contenidos de los teléfonos de los detenidos y deberían comenzar a definirse los estudios de ADN que se hicieron sobre las prendas incautadas, en donde en varias de ellas se detectaron manchas que posteriormente se determinó que se trataba de sangre, y de sangre humana. Los análisis determinarán a quién pertenecía y, de ser de la víctima, será un nuevo golpe para los imputados.
De hecho, entre el material secuestrado se halla un par de zapatillas con manchas hemáticas y que serían de Ciro Pertossi (19) o Máximo Thomsen (20). La importancia de esa evidencia es que en el lateral izquierdo de la cabeza del damnificado quedó registrada la marca de un calzado, por lo que a través de un cotejo científico se podrá determinar con precisión quién fue el autor de la patada que dejó esa huella. Para poder establecer las características de dicha zapatilla, se la comparó en una base de datos con 10 mil modelos que tiene la policía de Tierra del Fuego.
Rugbiers: la fiscalía aseguró que el crimen de Fernando fue premeditado
Además, se definirá también el nuevo destino de los jóvenes, todos de entre 18 y 20 años, ya que una vez que el juez de Garantías 6 de Dolores, David Mancinelli, apruebe las preventivas solicitadas por la fiscal Verónica Zamboni –como se cree que ocurrirá, debido a las más de cincuenta pruebas que ya tiene la investigadora– deberán abandonar la Unidad Penal 6 donde se encuentran, alojada en la ciudad de Dolores, para ser trasladados al penal 57 de Campana.
En las últimas horas también se sumó al expediente judicial un nuevo video ubicado a metros de Le Brique, donde se ve a los deportistas celebrar y abrazarse entre sí segundos después de haberle aplicado a Fernando la patada mortal en su cabeza. Esas imágenes refuerzan la teoría de Zamboni, quien en las argumentaciones de la preventiva adujo que los implicados actuaron con premeditación y planearon el crimen en el interior del boliche, antes de ser echados por pelearse con Báez Sosa y su grupo de amigos. “Dos hombres –luego identificados como Máximo Thomsen y Ciro Pertossi– quienes acordaron previamente darle muerte a Fernando, se abalanzaron sobre éste para agredirlo de manera física, primero por detrás y todo en forma premeditada”, escribió la fiscal, y añadió que “ambos sujetos contaron para cometer el hecho con la necesaria intervención” de los otros ocho involucrados.
Seran trasladados desde Dolores
Cómo es el penal de Campana, donde los rugbiers esperarán hasta ser juzgados
Los rugbiers, avaladas las preventivas, podrían dejar la Unidad de Dolores para pasar al penal 57 de Campana, inaugurado en febrero del año pasado y que recibe a reclusos de entre 18 y 22 años con condenas no superiores a los cinco años. Posee capacidad para 576 personas en cuatro módulos de seis pabellones, los cuales tienen seis celdas con cuatro camas. Cada módulo tiene un sector de escuelas con aulas y talleres donde se dictan los niveles primario, secundario y cursos de formación laboral en reparación de PC, informática y programación, herrería, carpintería, mecánica de motos y reparación de calzados, entre otros. Pese a ser probable su próximo destino, tampoco se descarta que pueden recaer en las unidades de Florencio Varela o en la de Melchor Romero, en las afueras de La Plata, que también tienen unidades de adultos jóvenes. Todo dependerá de los cupos existentes.
Sin embargo, la distancia de apenas 13 kilómetros entre Campana y Zárate –donde son oriundos los deportistas– orienta a esa cárcel como la principal prioridad, porque la normativa judicial exige que haya cercanía entre el lugar de detención y el lugar de residencia familiar.
MC