El sicario que hace un mes acribilló a la abogada argentina Laura Casuso (54) en Paraguay no se equivocó de blanco. Es más, los investigadores del caso sospechan que la mujer estaba siendo vigilada desde octubre de 2017.
El lunes 12 de noviembre pasado Casuso fue asesinada de diez disparos en la ciudad de Pedro Juan Caballero. La atacaron cuando salía de un templo masónico, después de haberse reunido con un grupo de mujeres.
La abogada defendía a los criminales más pesados de Brasil, entre ellos, uno de los cabecillas del Comando Vermelho e integrantes de la organización Primer Comando Capital (PCC).
Casuso sabía que estaba siendo seguida de cerca porque se lo había advertido la fiscal Alicia Sapriza, el 25 de octubre del año pasado. Por esa razón tenía custodia especial, salía a la calle con un chaleco antibalas y se movía en una camioneta blindada.
La sospecha surgió después de una serie de allanamientos realizados en la ciudad de Asunción, a partir de un doble asesinato. Casuso era la defensora de William Giménez Bernal (28), ejecutado junto a su hijo de siete años. Este hombre estaba en la mira de una organización criminal con un alto poder de fuego. Antes de matarlo le dejaron un mensaje que pondría en fuga a cualquier persona: seis meses antes su camioneta recibió 114 impactos de bala.
En los allanamientos por este caso los detectives secuestraron celulares con información sensible: encontraron fotos del frente de la casa de la abogada en la ciudad de Lambaré, anotaciones y mensajes sobre los movimientos de la letrada y su custodia.
Los investigadores sospechan que los sicarios que ejecutaron a Giménez Bernal tienen relación con la banda que ordenó el asesinato de la abogada. Por el primer ataque hay tres detenidos: Giovanni Luis Bello, Rony Román y Diego Niz Pérez.
Los pesquisas también siguen la pista de una entregadora que habría participado de la reunión en el templo masónico. En los videos de las cámaras de seguridad aparece una mujer que se apodera del teléfono de la víctima. La sospechosa reconoció que lo tomó, pero dijo que después regresó y lo dejó en el mismo lugar. Para los investigadores es clave hallar ese aparato porque podría tener evidencia de alguna amenaza previa que recibió la abogada argentina.
Extraño robo. La casa que Casuso habitaba en La Granja de Ponta Porã, en el estado de Mato Grosso, al sur de Brasil, fue desvalijada en los últimos días por un grupo de desconocidos. Se sospecha que los autores se habrían llevado una caja fuerte que contenía documentos y un grabador de video digital (DVR).
“La Segunda Delegación de la Policía local constató que varias personas ingresaron a una casa. A través de los levantamientos realizados se identificó que era ocupada por una abogada que fue asesinada en Pedro Juan Caballero”, explicó el delegado regional de la Policía Civil de Ponta Porã, Clemir Vieira Júnior, al diario Ultima Hora de Paraguay.