Muchos son vecinos que jamás habían tenido asistencia del Estado. Ni planes sociales, ni subsidios. Es más: ni siquiera sabían dónde quedaban las ventanillas gubernamentales para conseguir ayuda para adquirir alimentos de forma gratuita. La pandemia económica está generando una crisis de una magnitud insospechada para la Argentina y, en particular, para la Ciudad de Buenos Aires, el distrito con mejor ingreso per cápita del país.
En ese marco, según datos oficiales a los que accedió PERFIL, tanto el ministerio de Desarrollo Humano, que tiene a su cargo los comedores comunitarios y los centros de Primera Infancia (CPI), como el ministerio de Educación, donde se entregan desayunos, almuerzos y meriendas en forma de viandas, han tenido que reforzar la entrega de alimentos de forma ostensible.
Solo en el área social el incremento estuvo en el orden del 152%, según los últimos números que manejan en el Gobierno porteño. En la Legislatura porteña, por su lado, ya estiman que el incremento podría llegar al 200% en las próximas semanas.
En el ministerio de Desarrollo Humano que conduce María Migliore revelan que, antes de la cuarentena, se les proveía alimentos a unas 102 mil personas, a través de los comedores comunitarios y los CPI. Pero la demanda fue aumentando a medida que pasaron los meses, en especial en mayo. Así, para junio el área social porteña asiste a casi 260 mil personas.
En ese marco, semanalmente comenzaron las recorridas de los funcionarios de Desarrollo Humano por los puntos de entrega de alimentos. Solo en los comedores comunitarios hubo un refuerzo inicial en abril y otro en mayo que obligó a subir un 30% la provisión diaria y hoy alcanza a unas 117 mil personas.
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Por su lado, en los CPI, donde se asisten a niños y madres embarazadas, se entregaba una vianda diaria y, desde que avanzó el coronavirus, pasó a ser un bolsón semanal para cada niña o niño. En este sentido, se sumó un bolsón para los adultos cuidadores. Este universo representa unas 36 mil personas.
A ello hay que agregar un complemento extraordinario de entrega de alimentos secos que se distribuyen en distintos puntos de la Ciudad: ya superan los 107 mil vecinos que reciben fideos y arroz, entre otros.
Por otra parte, el incremento también se ve en los comedores escolares que dependen de la titular de la cartera educativa, Soledad Acuña. Si bien, con el coronavirus, se cambió el sistema de tres comidas en los salones a viandas por una cuestión sanitaria, se incrementaron las raciones de comida.
En números: en las escuelas porteñas la canasta alimenticia es quincenal. Se completaron siete entregas ya desde que empezó la cuarentena: eso supuso la entrega de casi tres millones de canastas.
En la última entrega realizada por Educación se contabilizaron 133.469 almuerzos (aumentó 16 mil desde el principio de la cuarentena); 222.509 desayunos (subió unos 39 mil desde que comenzó el aislamiento); y 77.982 refrigerios (aumentó 18 mil desde marzo)
Además, según adelantaron fuentes oficiales, se repartirá la canasta para que los chicos tengan las comidas durante las vacaciones de invierno. Esto supone que la entrega comenzará unos días antes del receso con alimentos para todos los días de las vacaciones
La economía empieza a preocupar más que la pandemia
En este marco, en la Legislatura porteña, el diputado de la Coalición Cívica, Facundo del Gaiso, uno de los referentes que tiene Elisa Carrió en la Capital Federal, presentó un proyecto para que las familias de barrios vulnerables reciban alimentos con un menú saludable.
“El Gobierno de la Ciudad pasó de asistir a 100 mil personas (al 15 de marzo), entre los 471 comedores comunitarios y los centro de primera infancia, a 300 mil personas al día de hoy, además de la asistencia alimentaria que dan los comedores escolares, cuyo menú se rige por la ley de alimentación saludable”, explicó Del Gaiso en el proyecto. “Necesitamos que se respeten las necesidades nutricionales mínimas de una alimentación saludable en los CPI y los comedores comunitarios también”, destacó el legislador.
En la iniciativa, a la que tuvo acceso PERFIL, se establece que “los alimentos entregados deberán cumplir con la pirámide nutricional a fin de promover la alimentación saludable, variada y segura de los beneficiarios, teniendo en cuenta las Pautas de Alimentación Saludable (PAS) y la Guía de Alimentos y Bebidas Saludables. La cantidad de alimentos debe ser suficiente para cubrir las exigencias calóricas del organismo y mantener el equilibrio; y debe ofrecer al organismo todos los nutrientes, guardando una relación de proporción entre sí”.
En ese marco, propone crear un consejo consultivo interdisciplinario, compuesto por nutricionistas y médicos quienes avalen los alimentos que se incluyan en el “bolsón” y “se realicen evaluaciones vinculadas con los hábitos alimentarios existentes en los barrios vulnerables para planificar futuras líneas de acción para mejorar la seguridad alimentaria”, según detallan en la CC.
CP