La presidenta Cristina Fernández de Kirchner evitó referirse ayer al ballotage porteño y ratificó que su "modelo va a continuar", en su primera aparición pública luego de los comicios de la Ciudad y en el primer día de restricción de actos oficiales que promuevan al voto según la ley de reforma política.
A pesar de esa prohibición, tal como lo ha hecho en todos sus discursos, la jefa del Estado reivindicó el modelo iniciado en el 2003 y ratificó su decisión de continuarlo.
"Quienes gobernamos tenemos que garantizar que quienes tienen que invertir tengan la certeza de que el modelo va a continuar", dijo, "porque es lo que ha permitido crecer en estos años y mejorar la calidad de vida de millones de argentinos y los ingresos y la rentabilidad de muchísimos empresarios y de todos los sectores de la economía".
Fernández de Kirchner hizo esta afirmación al dejar inaugurada la ampliación de un laboratorio farmacéutico privado en la localidad bonaerense de Pilar.
Impulsada por el Gobierno nacional, la ley de reforma política prohíbe quince días antes de la fecha fijada para las elecciones primarias y abiertas (que se harán el 14 de agosto) la inauguración de obras públicas y el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo y, en general "de todo acto de gobierno que pueda promover la captación del sufragio a favor de cualquiera de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales". Según esta legislación, para la Casa Rosada la veda se inició el sábado último, 30 de julio.