A contramano de las reformas impulsadas por el Gobierno que pretenden reducir los cargos en el Estado, este miércoles se conoció que la Oficina Anticorrupción, que dirige Laura Alonso, no sólo no se achicará, sino que ampliará su estructura y tendrá nuevas áreas.
La decisión administrativa 312/2018 publicada este miércoles en el Boletín Oficial menciona “la supresión de los cargos que ya no resulten estrictamente necesarios para el cumplimiento de las acciones y misiones de los organismos y Jurisdicciones que la componen”.
En ese sentido, por un lado, se establece la reestructuración del Ministerio de Justicia, que implica suprimir dos subsecretarías: la de Planificación Estratégica y la UFI AMIA, que fue trasladada a la Secretaría de Derechos Humanos.
Sin embargo, más adelante, se enuncia en los anexos la ampliación de la Oficina, comandada por Laura Alonso, que ahora adicionará seis direcciones y dos coordinaciones.
Previo a la decisión, la Oficina Anticorrupción contaba con la "Subsecretaría de Integridad y Transparencia", a la que ahora se le agregó una "Dirección Nacional de Declaraciones Juradas" y la "Dirección Nacional de Ética Pública". Esta última también tiene bajo su mando una nueva coordinación, denominada “Coordinación de Políticas de Integridad".
A su vez, a la existente "Subsecretaría de Investigaciones" se le sumó la "Dirección Nacional de Investigaciones" y la "Dirección Nacional de Litigio Estratégico", junto con otra área denominada "Coordinación de Análisis de Información".
En la misma línea, a la "Dirección de Asuntos Institucionales" previa, se le sumó una “Dirección de Asuntos Estratégicos”. En el caso de esta última, tendrá una “Coordinación de Admisión y Derivación de Denuncias".
PERFIL intentó comunicarse con Laura Alonso, pero desde el entorno de la titular de la Oficina Anticorrupción comunicaron que por el momento no va a dar declaraciones sobre el tema.
