Un nuevo capítulo se suma a la trama detrás del atentado a Cristina Kirchner. En las últimas horas, la empresa Caputo Hermanos S.A negó haber financiado al grupo Revolución Federal mediante pagos por trabajos de carpintería a uno de sus referentes, Jonathan Morel, actualmente detenido junto a Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile-hija de Alfio "El Coco" Basile-los otros miembros de ese espacio.
A través de una presentación al juez Marcelo Martínez de Giorgi firmada por el titular de la firma, Flavio Caputo, aclaró además que no tenía un vínculo previo con el líder de Revolución Federal, quien habrían contratado para la provisión de muebles para un edificio de 60 departamentos en la zona de Vaca Muerta por los precios y la calidad de sus muebles.
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Con el aval del abogado Matías Cúneo Libarona, quien también firmó el escrito, subrayaron que ya construida la estructura del edificio (también en una empresa de la provincia de Buenos Aires), le pidió a su hermana Rosana Caputo, decoradora de profesión, que se encargara del equipar los departamentos con el objetivo de ponerlos en alquiler.
La mujer contrató en primera instancia a Morel para equipar el SUM del barrio Santa Clara Al Sur, en la localidad de San Vicente, provincia de Buenos Aires. En ese lugar se habrían colocado mesadas de madera y mesas ratonas. El líder del grupo que protagonizó movilizaciones con guillotinas, horcas, antorchas e insultos habría cobrado por ese trabajo 176 mil pesos. Para eso confeccionó seis facturas entre el 17 y el 28 de diciembre de 2021.
El inicio de la relación con Morel y los motivos de la contratación
“Ella identificó hacia fines del año pasado en la zona del tren de Boulogne un carpintero (Morel) para realizar una barra maciza y otras tareas para el salón de usos múltiples del barrio 'Santa Clara Al Sur', dentro del presupuesto que se había decidido para ello”, explicaron desde Caputo S.A acerca del inicio del vínculo con Morel. Y aclararon: "La empresa y Rosana no habían tenido trato con él previamente, ni conocían sus posibles actividades ajenas a la carpintería".
Respecto a por qué decidió contratar a la carpintería que recién abría y que contaba con bajo nivel operativo, indicaron: "Los proveedores o talleres con los que ella usualmente trabaja (carpinteros, muebleros) tienen precios más altos, de modo que no resultaba posible contar con ellos para esta tarea”.
El escrito presentado ante la Justicia resume: "Este carpintero tenía maderas macizas (tablones) de buena calidad a muy buen precio (ciprés provenientes del sur). Así nació el interés por él, que cotizó las barras del bar para dicho barrio, unas mesas bajas y una mesa ratona. Hizo muy bien su trabajo".
Respecto a la casa de barrio Añelo, en la provincia de Neuquén, Caputo S.A informó que "el presupuesto para los trabajos que se requerían en el Edificio de Añelo era acotado, por lo que se decidió por Morel, que se nutrió de colaboradores para afrontar la totalidad de la encomienda".
Morel no tenía capacidad de producción y terminó tercerizando los muebles a otra carpintería. “Él mismo fue el encargado de llevar a Rosana a una carpintería, referido suya, que podía afrontar el trabajo en faplac (fibrofacil enchapado en madera)”.
Sobre los motivos por los que no contrataron a una carpintería neuquina directamente, la firma explicó: "no se podía pedir a una decoradora que viaje a buscar fábricas a una zona desconocida y sin referencias y que se quede residiendo allí para hacer el control".
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Los muebles hechos por el líder de Revolución Federal se trasladaron a Vaca Muerta en camiones que “fueron completados con mercadería provista por otros proveedores, por lo que se hizo un consolidado (allí se incluyeron sillones, veladores, cortinas, sillas etc., que no fueron encargadas al señor Morel”.
El comunicado presentado ante Martínez de Giorgi además cuenta con fotos de los muebles que fueron realizados en la carpintería del detenido, chats de WhatsApp con parte de la negociación con Morel y copias de las facturas pagadas.
JP/fl