Un cruce en redes sociales entre el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger y el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense, Augusto Costa, volvió a poner en el centro del debate el modelo económico del Gobierno de Javier Milei y el rol del turismo emisivo en un contexto de escasez de divisas, atraso cambiario y tensiones sobre las reservas.
Tras el extenso posteo de Federico Sturzenegger en X, donde calificó como “héroes de la producción” a los argentinos que se toman vacaciones en el exterior y defendió la salida de dólares por turismo como un factor que sostendría la competitividad exportadora, llegó la respuesta del ministro bonaerense. Costa cuestionó el planteo y advirtió que esa lógica solo podría funcionar con un tipo de cambio libre, algo que —remarcó— no ocurre en la Argentina actual. Según el ministro de Axel Kicillof, con un dólar intervenido el turismo emisivo no fortalece la producción sino que consume reservas, profundiza el atraso cambiario y golpea al turismo interno, además de debilitar a la industria, las economías regionales y el mercado interno.

Sturzenegger había indicado que “la demanda de divisas de nuestros veraneantes es lo que le sostiene la competitividad al agro, a la industria y a la exportación de servicios”. En esa línea, celebró que más argentinos viajen al exterior y concluyó que “importar más y exportar más es el camino de la Argentina próspera”.
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El ministro bonaerense Augusto Costa le respondió a Sturzenegger también desde X: “Impecable la teoría de manual de Introducción a la Economía”. Y agregó: “Para que esa lógica funcione, el tipo de cambio debería flotar libremente”.

En ese marco, Costa sostuvo que, con un dólar intervenido, la salida de divisas por turismo no tiene el efecto virtuoso que describe el ministro libertario. Por el contrario, afirmó que los viajes al exterior realizados con un tipo de cambio subsidiado “consumen las divisas que necesita la economía para producir y crecer” y no mejoran la competitividad exportadora. También advirtió que este esquema agrava la crisis del turismo interno, golpeado por la competencia externa y el atraso cambiario.

El ministro de Kicillof remarcó: “Que quede claro: el turismo emisivo no sostiene la competitividad. Lo único que la sostiene es la inversión, la ciencia, la tecnología y un mercado interno fuerte, justamente todo lo que están destruyendo”. También rechazó la idea de que la industria nacional sea “hacer eso en lo que sos malo”, como planteó Sturzenegger, y vinculó esa mirada con experiencias previas. “Ya probaste esta receta con De la Rúa, con Macri y ahora con Milei”, recordó.
GD / EM