Para el peronismo la cuenta regresiva ya comenzó. A cuatro meses del cierre de listas, los distintos sectores de la oposición aceleran las conversaciones y abren el diálogo entre quienes hasta hace poco mantenían posturas irreconciliables. Son cada vez más las voces de gobernadores, legisladores, intendentes y dirigentes que presionan y piden la unidad para competir contra Mauricio Macri.
Los límites que ponían meses atrás comienzan a desdibujarse. Fueron los jefes provinciales los que retrocedieron sobre una de las principales condiciones que supieron poner: dejar afuera de un gran frente opositor a Cristina Kirchner. Muchos ya abrieron las negociaciones con la ex presidenta en sus territorios. Del otro lado, se empiezan a escuchar murmullos, incluso en el peronismo bonaerense adepto a Cristina, donde ya no descartan que otro candidato como Roberto Lavagna pueda aglutinar a la oposición.
El cierre de la Fiesta Nacional del Sol fue la excusa que convocó en un mismo espacio a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, coincidió con el diputado de Unidad Ciudadana y precandidato presidencial kirchnerista, Agustín Rossi. También el intendente de Tigre del Frente Renovador, Julio Zamora, compartió la tarde con el jefe distrital de Merlo, Gustavo Menéndez, y con el gobernador progresista de Santa Fe, Miguel Lifschitz. La senadora Anabel Fernández Sagasti, que se acaba de lanzar por la gobernación de Mendoza con el apoyo de la ex presidenta, también estuvo en la fiesta de la que además participó el diputado massista Marco Lavagna. También estuvieron los jefes provinciales Juan Manzur (Tucumán), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Lucía Corpacci (Catamarca).
Extinción de dominio: la oposición se unió para rechazar el DNU de Macri
No es casual que la cumbre de ayer que logró aglutinar a la mayor cantidad de sectores del peronismo y hasta el progresismo haya sido en San Juan. Fue el gobernador de esta provincia, Sergio Uñac, el primero en advertirles a los precandidatos presidenciales de Alternativa Federal (Urtubey, Sergio Massa y Miguel Pichetto) que excluían a Kirchner del frente, que la unidad debía ser también con la ex presidenta.
Lavagna se llevó gran parte de las miradas. La primera foto grupal que aglutinó a tropa kirchnerista que llegó a la celebración sanjuanina la esquivó, con la excusa de ir al baño, pero se mostró dispuesto a juntarse para construir consensos. “Su candidatura comenzó como un amor de verano y está durando más de lo que se creía”, reconoció uno de los invitados en San Juan. Ante su aparición, Urtubey prometió darle pelea interna (ayer se abrazaron cordialmente). Massa dice en privado que si va a las PASO contra Lavagna le gana. Pero el ex ministro no quiere pelea interna y tampoco quiere que Cristina compita. En cada reunión que mantiene con dirigentes, la ex presidenta repite que el objetivo es ganarle a Macri. En ese mensaje, muchos entienden que está dispuesta a no presentarse si hay otro candidato que asegure un triunfo. Sin embargo, en su entorno repiten que hoy no existe un postulante que mida más que ella.
El pedido de unidad que se expande cada vez más entre los diferentes sectores de la oposición tiene como principal obstáculo los propios candidatos presidenciales. Ninguno de ellos está dispuesto a dejar sus aspiraciones de lado para acompañar el posible triunfo de otro.