Los testimonios de dos contadores podrían costarle a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner la reapertura de un expediente por presunto enriquecimiento ilícito. El juez federal Ariel Lijo solicitó a su par Claudio Bonadio copia de las declaraciones homologadas de Víctor Manzanares, quien llevaba los números del ex matrimonio presidencial, como imputado-colaborador, informaron fuentes de la causa.
Hasta el momento, Bonadio no ha enviado copia de las declaraciones de los arrepentidos de los cuadernos a ninguno de los magistrados que se lo solicitaron en diversas causas, según fuentes judiciales. La ex presidenta regresó de Cuba en la madrugada del viernes, luego de visitar a su hija, Florencia, por un cuadro médico.
Mientras tanto, Lijo tomará el martes declaración testimonial a Eduardo Blanco Alvarez, quien intervino como perito contable de la ex Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) y habría sido apartado del análisis del patrimonio de los Kirchner en 2009, luego de detectar irregularidades.
Víctor Manzanares: "No niego lo que hice, acepto las responsabilidades que me corresponden"
Manzanares, ex contador del matrimonio Kirchner, declaró tres veces ante el magistrado de los cuadernos y aportó detalles sobre cómo el ex juez Norberto Oyarbide y los peritos de la Corte Suprema habrían manipulado la pericia del patrimonio de Néstor y Cristina Kirchner para lograr el sobreseimiento de ambos en la causa de enriquecimiento ilícito en diciembre de 2009.
El juez Lijo se encuentra temporalmente a cargo del juzgado que dejó vacante Oyarbide y debe decidir si hay elementos para reabrir la causa. Es a pedido de la Unidad de Información Financiera (UIF), un organismo del Poder Ejecutivo.
La UIF también pidió a Lijo que tome el testimonio del perito Blanco Alvarez, quien deberá explicar si durante la investigación había advertido inconsistencias en el patrimonio del matrimonio Kirchner, pero fue desplazado del expediente antes de poder informarlo a la Justicia. El organismo anti-lavado sostiene que la causa cerrada por Oyarbide debe ser reabierta en base a la doctrina de la cosa juzgada írrita, que se aplica cuando existen indicios de que el proceso fue fraudulento.
Manzanares sostuvo en su declaración en un expediente anexo al de los cuadernos de la corrupción: “Durante el año 2009, me convoca el doctor Néstor Kirchner a Buenos Aires con motivo de la denuncia sobre enriquecimiento ilícito de la que resultaba imputado. Me pide que me haga cargo de manejar su pericia contable. Me indicó que debía reunirme con varias personas y que siga sus instrucciones”, según consta en el expediente.
“Dos días antes de que se haga público el fallo, Néstor Kirchner me llama para avisarme que el resultado era bueno, que estaba sobreseído”, agregó en su declaración.
Luego, Manzanares afirmó que se reunió con Oyarbide y el auditor de la Nación, Javier Fernández, y que entre copas de champagne, el entonces juez escuchó la “situación patrimonial” de Kirchner. Manzanares también dijo que se reunió por pedido del juez con los peritos de la Corte Alfredo Peralta y María del Carmen Penedo, a quien Manzanares debía entregarle la documentación que le solicitara. “Realicé aproximadamente once viajes a Buenos Aires para aportar documentación”, dijo el contador.