POLITICA
“soberbia imperial”, tuiteó rossi

Dan por caída la compra de cazas coreanos tras el cruce con Londres

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Supersónicos. Defensa estudiaba adquirir hasta doce FA 50. | cedoc

Tras la publicación en Twitter de la carta que la empresa surcoreana Korean Aerospace Industries (KAI) le envió al ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, el Gobierno considera prácticamente cerrada la opción de adquirir los cazas supersónicos FA-50 y explorará otras alternativas. 

“Veníamos dialogando con la empresa coreana KAI para la compra del avión caza FA 50 para la FAA. Hoy nos comunican que Gran Bretaña, que produce cinco componentes del FA 50 –la carta dice seis, en realidad–, prohíbe la venta a nuestro país. Nueva muestra de soberbia imperial”, publicó ayer Rossi en su cuenta de Twitter. Adjuntó la carta, con fecha del 28 de octubre, en la que la firma anunciaba la dificultad para conseguir los permisos de importación necesarios a raíz del embargo que pesa sobre la Argentina desde la Guerra de Malvinas.

Ayer, en Defensa negaban cualquier sorpresa por el silencio británico. Al contrario, fuentes vinculadas a la negociación comentaron a PERFIL que ya habían planteado a KAI esa posible traba británica a comienzos de año. “Siempre informalmente, nunca por escrito, nos decían que ellos pensaban que podían conseguir las autorizaciones”, comentó un funcionario de la cartera a este medio. 

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Con la firma de Martin Chun, gerente y jefe del Departamento de Estrategias de Negociaciones Internacionales, la empresa comunicó al embajador  en Seúl, Alfredo Bascou, que no habían conseguido las licencias para aquirir seis componentes de los proveedores británicos, sujetos a la aprobación de Londres. Este poder de veto, tácito o no, suele ser una estrategia que se reservan las grandes potencias –a menudo también los principales proveedores armamentísticos– a fin de condicionar las capacidades estratégicas de quienes consideran sus enemigos. La misiva cerraba con el anuncio de KAI, de insistir por una solución.

En Buenos Aires, no obstante, el mensaje se leyó con fastidio y como un nuevo acto de presión por parte del Reino Unido. “La guerra terminó hace 38 años y Londres sigue con la misma política de embargo. La buena voluntad es en lo discursivo solamente”, cuestionó, puertas adentro, un alto rango de la Defensa. En la Cancillería, si bien negaron cualquier tipo de repercusión tras el tuit de Rossi, también leyeron la falta de autorización como un resultado del giro que la nueva administración imprimió al reclamo de soberanía con su declarada intención “de sacar al Reino Unido de su zona de confort”.

“Es inaceptable que el Reino Unido impida que la Argentina equipe a sus fuerzas armadas”, reclamó Daniel Filmus, secretario de Malvinas, Antártida Atlántico Sur, en declaraciones a Télam. También destacó la “vocación pacífica y el compromiso de la democracia argentina respecto de lo que señala la Constitución Nacional sobre que solo la vía diplomática y pacífica es la que se puede utilizar para la recuperación del ejercicio de la soberanía sobre las islas Malvinas”. 

Una segunda interpretación que circulaba ayer por los pasillos del ministerio Relaciones  Exteriores es que este accionar de Londres puede empujar a la Argentina a explorar otras alternativas por Oriente, donde el veto británico tenga nula injerencia.

La política de embargo del Reino Unido con la Argentina en el plano militar se modificó en junio de 2018, con Cambiemos, a fin de relajar “restricciones adicionales “ que se habían impuesto en 2012, durante el segundo turno de Cristina Fernández cuando “el gobierno argentino escalaba en sus acciones dirigidas a dañar los intereses económicos de los isleños”. Londres relajaría el cierre a todo tipo de tranferencia de tecnología, bienes e insumos destinados a mejorar las capacidades militares de la Argentina, sin dejar de controlar cada caso.

Al témino de su gobierno, Mauricio Macri no había concretado la compra de 10 a 12 cazas supersónicos de Surcorea por lo que la firma KAI se contactó con la gestión de Alberto Fernández para mejorar la oferta. En concreto, el financiamiento. Aunque en algunos sitios especializados cuestionan las capacidades de la aeronave surcoreana por su escasa autonomía de vuelo, en la nueva administración de Defensa se mostraban interesados en adquirirlas. Hasta ahora.