La excusa ya no será la presentación del libro Sinceramente, pero Cristina Kirchner volverá a replicar las recorridas por el interior del país que realizó en 2019. La vicepresidenta se prepara para volver a subirse a distintos escenarios en medio de la discusión interna por las candidaturas y retomar el protagonismo público dentro del Frente de Todos. Del otro lado, un Alberto Fernández que estirará hasta mayo una definición sobre su reelección también saldrá al territorio a defender la gestión convencido de que el peronismo tiene posibilidades de ganar. Los dos principales dirigentes de la alianza oficial lanzan así una campaña sin candidaturas.
El esquema será similar al de la campaña presidencial anterior, aunque esta vez no presentará un libro ni hará apariciones con una candidatura ya lanzada. En 2019, la vicepresidenta comenzó a recorrer el país a los pocos días de haber anunciado la fórmula compartida con Alberto Fernández, contexto muy distinto al actual, en el que hay un operativo del kirchnerismo para que se presente, pero la titular del Senado esquiva cualquier definición electoral.
El 10 de marzo será la primera de varias presentaciones que ya comenzaron a organizarse. Cristina Kirchner recibirá el doctorado honoris causa en la Universidad Nacional de Río Negro un día después de que la Justicia dé a conocer los fundamentos de la condena a seis años en la causa Vialidad y la inhabilitación a ejercer cargos públicos.
Un día después, desde Avellaneda, los dirigentes más cercanos a la vice lanzarán un operativo clamor para que se postule. La titular del Senado no sería parte del acto, ya que el aval lo hace por lo bajo. Estar en el evento que tiene como eslogan “Luche y vuelve” y hablar de “CFK 2023” sería dar una fuerte señal de competencia.
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En cambio, lo que sí hará es recorrer distintas provincias. El doctorado honoris causa que ya recibió en Chaco y ahora se suma Río Negro tiene otras terminales que ya están en su agenda. También vienen otros eventos.
Esto abrirá aún una especulación mayor sobre una posible postulación. Sin embargo, por fuera del kirchnerismo hay muchos dirigentes que creen que la vice no será candidata. Ven los movimientos de este sector como una maniobra para conservar el poder al momento de discutir candidaturas. En estos años de gestión, no solo se debilitó la figura de Alberto Fernández. Hoy es impensado creer que la vice puede elegir el candidato con el mismo método que en 2019.
El kirchnerismo es quien tiene la mayor encrucijada electoral, más allá de la vice, no hay otro dirigente que genere expectativa. En un nuevo dardo al jefe de Estado, Andrés “Cuervo” Larroque aseguró que no pueden acompañar a un candidato “que mide 5 puntos”. Pero quien suena como el postulante del espacio, Eduardo “Wado” de Pedro, no garantiza más votos que el Presidente. ¿Cristina Kirchner dará el valor de su apellido al ministro del Interior para que lleve al kirchnerismo a un piso electoral tan bajo como nunca?
Hay quienes especulan con que la vice no bendecirá a ningún postulante y hará pesar el imaginario de aún contar con una fuerte porción del electorado peronista. “El único plan de Cristina era Massa-Wado. Massa se derrumbó, no logró dar buenas noticias ni con los ingresos ni con la inflación”, reflexiona un importante dirigente.
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Alberto Fernández, mientras tanto, buscará fortalecer su imagen en el interior. También saldrá de gira, pero lejos de la vice. Será con actos de gestión. Esperará a mayo para definir. Quiere PASO, compita o no compita él.
“Nosotros queremos ganar”, tuvo que aclarar Máximo Kirchner en la reunión que reencontró a la cúpula del Frente de Todos en la sede del PJ. Ya pocos le creen. Son varios los candidatos que con el paso de las campañas vieron al kirchnerismo entorpecer el camino electoral.
Solo basta recordar el cierre electoral 2021 en la provincia de Buenos Aires. Minutos antes de comenzar el acto en Merlo, el consultor catalán Antoní Gutiérrez-Rubí le avisó a Victoria Tolosa Paz que, a pesar de ser quien encabezaba la lista de diputados, no haría uso de la palabra. Todo estaba bajo supervisión de Santiago “Patucho” Álvarez. La candidata en ese entonces ya había sufrido durante toda la campaña la falta de acompañamiento y, a pesar de esta orden, decidió dar un discurso. Apenas habló, el kirchnerismo comenzó a cantar por CFK, por lo que la entonces candidata debió hacer silencio. Cuando consiguió seguir, hicieron subir al escenario a un nene para que le entregara una bandera argentina a la vicepresidenta. La centralidad y las cámaras se las llevó CFK. En un clima de frialdad total, lo último que se transmitía en ese acto era que el Frente de Todos quería ganar. También se puede ir a la campaña 2015. A pesar de que la propia Cristina Kirchner le pidió a Aníbal Fernández competir como candidato a gobernador, nunca lo acompañó en un solo acto. Daniel Scioli también los sufrió. Hubo veces que el kirchnerismo hizo poco para ganar y otras que hizo mucho, como en la elección 2019. ¿Cuál será el camino que elijan esta vez?