El dirigente kirchnerista Luis D'Elía calificó al Presidente Mauricio Macri de "cobarde", "sorete" y "basura" por "agarrársela con mis pibes", luego de que su hijo Facundo fuera despedido de la ANSES por no presentar la finalización de sus estudios secundarios. Además, amenazó con tomas en todas las oficinas de atención al público y el personal de Toulhin, donde trabajaba su hijo, declaró estado de asamblea permanente.
"Macri sos un cobarde, basura, te la agarrás con mis pibes. Pedazo de sorete, hacer eso con un hijo, es el clima que quieren recrear, el clima de revancha, ayer le sacaron la jubilación a Cristina, me siento orgulloso ser parte de la misma persecución que tiene una de las mejores presidentas de la historia, que es Cristina, la cucarda nos las va a poner el pueblo", disparó D'Elía.
En diálogo con Perfil, ayer D'Elía dijo que "los gremios van a tomar todos los ANSES de la isla” y cuestionó la entidad conducida por Emilio Basavilbaso: "Facundo no cobra sueldo de privilegio como dice Lanata, sino que es un salario de convenio y luego es más alto porque pagan el 120% por ser zona desfavorable", ya que vivía en Buenos Aires y hace 8 años fue transferido a la provincia austral. "Él era idóneo, entró contratado y a los 3 años rindió el concurso correspondiente y lo ganó".
Por su parte, Facundo, el hijo, aseguró a radio Del Plata que "me echan porque soy el hijo de Luis D’Elía", al tiempo que admitió no terminar la secundaria: "No es un requisito para ingresar, la ANSES nunca me pidió esa documentación, jamás fui notificado en forma fehaciente para presentar esa documentación y terminar mis estudios, considero que es un atropello político y una barrabasada jurídica con atropello de derechos", precisó.
La amenaza de paralización de la ANSES a nivel provincial, por ahora, está lejos de cumplirse. Según explicaron a Clarín desde el organismo, solo la sede de Tolhuin, con menos de 10 empleados, no atiendió al público. En Río Grande, donde hubo una protesta de 20 personas con bombos, la mitad del personal se plegó a la asamblea y la otra mitad trabajó, mientras que en Ushuaia el acatamiento fue nulo y se prestó servicio normalmente.