El Congreso tendrá actividad este miércoles 1º de marzo, fecha en la que Alberto Fernández realizará la apertura de sesiones ordinarias con un discurso para dar cuenta del rumbo del Gobierno y anunciar las iniciativas que el oficialismo planea debatir en las cámaras legislativas, que no trataron ni un solo proyecto de los 28 que impulsó el Frente de Todos para las extraordinarias.
Este martes, el último día, la Cámara de Diputados intentará sesionar, para lo cual el oficialismo deberá acordar un temario con sectores de la oposición para lograr el quórum.
A comienzos de este año, el Presidente firmó un decreto convocando a la actividad en el Parlamento fuera del período ordinario con el objetivo de que se discuta y apruebe el juicio político contra los integrantes de la Corte Suprema. Una propuesta que generó el rechazo de todo el arco opositor y que hasta el momento solo alcanzó a discutirse en la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja.
No obstante, la alianza oficialista impulsó otros 28 proyectos de diversa índole, vinculados al plano económico, con interés del líder de Hacienda, Sergio Massa, como el blanqueo de capitales, el monotributo tecnológico, la ley contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo, la reforma del INDEC y la modificación al Presupuesto para separar los fondos previstos para cumplir con el fallo de la Corte por la coparticipación federal. Textos que quedaron sin discusión.
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También, se incluyó en las posibilidades de intercambio con las fuerzas con representación parlamentaria la iniciativa que crea nuevas universidades en el Conurbano y la ley para armar un Sistema Nacional de Residencias del Equipo de Salud, el proyecto de Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica, la de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, la Ley Lucio para detectar y prevenir la violencia sobre niños, y la propuesta para crear el área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul. Al igual que las propuestas económicas, sin entendimiento opositor, tampoco fueron tratadas.
En el Senado, se dio una particularidad: el bloque de la alianza gobernante se fracturó y nunca sesionó de forma extraordinaria debido a la falta de quórum. A la cabeza de la ruptura se encontraron el senador jujeño Guillermo Snopek, la puntana María Eugenia Catalfamo, alineada con el gobernador Alberto Rodríguez Saá, el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider, dos de ellos integrantes del bloque Frente Nacional y Popular y dos de Unidad Ciudadana, que eran parte del interbloque oficialista. A ellos se sumó la cordobesa Alejandra Vigo, la mujer del gobernador Juan Schiaretti, para darle forma al espacio Unidad Federal.
Así, el FdT se quedó con cuatro integrantes menos en la Cámara alta y suma un total de 31, lo que deja al oficialismo lejos del quórum, que se alcanza con 37 senadores. El último jueves apenas se ratificaron las nuevas autoridades, con la nueva fuerza como la principal atracción.
“Nos ubicamos en el centro con el interior. Es la discusión federal. Esas son las diferencias, no buscamos enfrentamiento, buscamos equilibrio entre la centralidad y el federalismo que marca nuestra Constitución”, mencionó Catalfamo, quien agregó: “Es un espacio que va por encima de la grieta. Para generar una unidad, lo que necesitamos es poder hablar”.
