El periodista Eduardo Aliverti dedicó una extensa columna a Mauricio Macri y su frase sobre el "círculo rojo" que causó conmoción en el mundo político la semana pasada.
El autor dijo que las frases del jefe de Gobierno porteño -pronunciadas en una entrevista con Jorge Fontevecchia en el diario PERFIL- no constituyen una "revelación" y blanquean, además, el "ánimo destituyente" de sus "socios ideológicos".
"Sus afirmaciones son interesantes porque exceden al mismo Macri al ratificar unas certezas que, esta vez, no pueden ser atribuidas a portavoces del kirchnerismo. Lo dijo Macri, no Carlos Kunkel, ni Diana Conti, ni Aníbal Fernández, ni cualquiera de los funcionarios, legisladores o periodistas que defienden con mayor elocuencia las posiciones del Gobierno", escribió el locutor en su columna del diario Página/12.
Según Aliverti, el líder del PRO "despertó de sus fantasías y cayó en la cuenta de que el peronismo opositor nunca le irá al pie". "No hace falta aguzar ningún análisis para anotar que, de lo contrario, jamás hubiera dicho lo que dijo, situándose de punta contra el candidato que representa a la nueva gran esperanza blanca", agregó, en referencia a Sergio Massa.
El periodista cuestionó además que "varios aspirantes macristas de pago chico saltaron al bote de Massa". "He aquí, un vez más, la calidad de las instituciones; la clarividencia conceptual que se opone al travestismo ideológico kirchnerista. He aquí el interrogante de cómo se hace para no definir al Frente Renovador como el de los Rejuntados", continuó.
"Macri concluye por reconocer, entonces, en la entrevista con Fontevecchia, que hay un ánimo destituyente, promovido por sus socios ideológicos. Y que él cometió el error de prestarles atención", afirmó Aliverti. La frase va en línea de las críticas de Luis D'Elía, Héctor Timerman y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quienes sostuvieron que la frase del intendente devela intenciones de destituir al gobierno nacional.
El locutor agregó que "más concreto que todo eso es el hecho de que, por primera vez, un gallardete de la derecha –Macri, al margen de sus capacidades políticas– reconoce la existencia de una usina de poder que trabaja para socavar a un gobierno elegido democráticamente".
"Las 'confesiones' de Macri de la semana pasada. Llamaron la atención. Pero, ¿confesó algo que alguien no supiera? ¿O simplemente puso negro sobre blanco lo que sabemos todos?", concluyó Aliverti.