El presidente Mauricio Macri se reunirá este martes, a las 10 de la mañana, con los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que conduce Oscar Ojea, titular del obispado de San Isidro. Ocurrirá luego de la reunión con Alberto Fernández, realizada en la sede del Arzobispado el martes pasado. Se espera que el mandatario haga una autocrítica ante los representantes clericales, a tono con lo que ha hecho público luego de las reacciones que generó su primer discurso tras la derrota sufrida en las PASO.
Estarán presentes el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de culto Alfredo Abriani, quien comandó el vínculo muchas veces conflictivo con la Iglesia. Acompañarán a Ojea el resto de los integrantes de la Comisión Ejecutiva de la CEA, su vicepresidente el cardenal Mario Aurelio Poli y el obispo Carlos Malfa, secretario general del Episcopado Argentino. Será la primera vez que tienen un contacto formal, y en la Casa Rosada, fuera del tradicional saludo de fin de año que realizan siempre antes de las Navidades.
Según adelantaron fuentes oficiales, el Gobierno buscará presentar en la reunión su nueva perspectiva social y reconocerá los errores cometidos en el pasado en este eje de política que ha recibido muy fuertes críticas desde el Episcopado. Para las autoridades, la reunión será parte de los contactos y el diálogo que abrió el oficialismo con diversos sectores políticos y sociales.
Para las autoridades religiosas, en tanto, el encuentro es una oportunidad de insistir en una visión sobre el diálogo que, hasta ahora, ha contrastado con la que el Gobierno eligió impulsar. Esto quedó de manifiesto en la carta que enviaron los obispos desde el Vaticano, cuando la invitación a un diálogo sobre 10 puntos propuestos por el oficialismo, los sorprendió en plena visita “ad limina” al papa Francisco. Las autoridades de la CEA han definido como prioridad marcar la distancia entre el Pontífice argentino y la realidad política. “Dejen al Papa ser Papa”, insiste Ojea ante cada intento de vincularlo con cuestiones domésticas.
Los obispos se reunieron esta semana con el ganador de las primarias, Alberto Fernández, y varias fuentes aseguran que la intención de estos contactos es ofrecer, de ser necesario, una ayuda para facilitar el intercambio entre el oficialismo y el sector político que mostró en las PASO que cuenta con muy altas probabilidades de ganar en octubre. Es un equilibrio delicado, porque se quiere respetar la institucionalidad y hoy por hoy, Fernández no es más que un candidato. Según se informó, los obispos intercambiaron con “el Dr. Fernández” (sic) sus “opiniones sobre la delicada situación socio-económica que afecta a todos los argentinos”.
Según pudo saber PERFIL, también se destacó en el encuentro como un punto muy valorado por los religiosos que el candidato presidencial del Frente de Todos haya salido a desmentir los rumores sobre una intercesión papal para facilitar su resurrección con Cristina Fernández. Sostuvo, en cambio, que sí lo ayudó a reconciliarse con la religión Católica. Miel para los oídos obispales que esperan que se reconozca su rol de pastor antes que su figura política.