En una dura nota editorial llamada "In Argentina, Mix of Money and Politics Stirs Intrigue Around Kirchner" (El vínculo entre el dinero y la política, una sombra que persigue a los Kirchner) el prestigioso periódico estadounidense The Wall Street Journal realizó una recopilación de los escándalos políticos y de corrupción de la gestión del matrimonio Kirchner a la par que analizó la relación con Lázaro Báez y las finanzas del país.
Según la versión en español del medio, "los Kirchner forjaron una exitosa reputación en Argentina al presentarse como defensores de los oprimidos". Y en ese contexto, el WSJ busca puntualizar cómo se pudo haber producido el extraordinario crecimiento patrimonial de la mandataria Cristina Fernández de Kirchner y su difunto marido, el expresidente de la Nación.
"Durante los 11 años en los que han dominado la política nacional, la presidenta argentina y Néstor Kirchner han acumulado una pequeña fortuna. Entre 2003, cuando Néstor Kirchner fue electo presidente, y 2010, cuando murió, el patrimonio de la pareja aumentó de US$2,5 millones a US$17,7 millones, según sus declaraciones juradas anuales ante la Oficina Anticorrupción. Muchos argentinos quieren saber de dónde provino ese dinero", destacó el matutino neoyorquino.
Y enumera: "Una serie de investigaciones judiciales ha sacudido la política argentina al dirigir la atención a negocios de altos funcionarios y sus socios. A fines de junio, el vicepresidente Amado Boudou fue procesado por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con su función en relación a la compra de una imprenta en bancarrota. Un ex secretario de Transporte fue procesado en abril bajo cargos de enriquecimiento ilícito. Ambos han negado las acusaciones. Hace dos años, una ex ministra de Economía fue condenada por los delitos de encubrimiento agravado y sustracción de documento público en una investigación sobre una bolsa con efectivo hallada en el baño de su oficina".
"No obstante, la investigación que ha generado más polémica tiene que ver con un empresario del sector constructor con lazos estrechos con los Kirchner. Un fiscal en Buenos Aires acusó a Lázaro Báez de lavar cerca de US$65 millones a través de una red global de empresas fantasma. El fiscal, José María Campagnoli, dijo en una entrevista que el dinero habría sido desviado de fondos del gobierno destinados a obras públicas y que Báez era testaferro de los Kirchner", consignó el WSJ.
Respecto de los millonarios bienes de Cristina, señalaron: "Funcionarios del gobierno de Kirchner no respondieron a pedidos de comentarios sobre la riqueza de la presidenta o las investigaciones de corrupción. En su única declaración pública sobre su patrimonio —un intercambio tenso y escueto con estudiantes de la Universidad de Harvard en 2012— Kirchner, de 61 años, dijo: 'Teníamos y tengo una determinada posición económica que ha sido producto de que he trabajado toda mi vida y he sido una muy exitosa abogada. Ahora soy una exitosa presidenta también, gracias'".
Pero los escándalos "han socavado la popularidad de Kirchner en un momento delicado". "Cuando le quedan menos de 18 meses de mandato, la presidenta intenta estabilizar una de las economías más vulnerables de América Latina. La inflación galopante y la escasez de divisas han llevado a Argentina a la recesión. Sólo 26% de los argentinos aprueban su gestión, según una encuesta reciente de la consultora Management & Fit".
El medio norteamericano destaca respecto del posible default: "Asimismo, el país mantiene una disputa judicial con un grupo de acreedores extranjeros. En junio, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó analizar un fallo de un tribunal de menor instancia que exige a Argentina pagar toda la deuda que mantiene con un puñado de bonistas (...). El gobierno sostiene que no tiene dinero para acatar la orden. Pero si no lo hace hasta el miércoles, el país podría enfrentar su segunda cesación de pagos en 13 años. Uno de los acreedores que no aceptaron canjes, el fondo de cobertura estadounidense NML Capital Ltd., quiere que una corte federal de Nevada le ayude a embargar activos que, afirma, están en manos de firmas fantasma de Báez, alegando que el dinero fue básicamente robado del Estado argentino".
Por último, el WSJ hizo hincapié en las transacciones inmobiliarias del matrimonio Kirchner en Santa Cruz. "El creciente patrimonio de los Kirchner había sido objeto de una investigación en 2009. El juez federal Norberto Oyarbide sobreseyó al matrimonio. Garrido, el fiscal anticorrupción que renunció en 2009, y Alfredo Popritkin, un contador forense y ex perito de la Corte Suprema, señalaron que los Kirchner nunca explicaron de forma fehaciente cómo incrementaron su riqueza de US$5,4 millones en 2007 a US$12,8 millones en 2008. Los Kirchner indicaron que obtuvieron la mayor parte de su patrimonio mediante numerosas transacciones inmobiliarias en Santa Cruz y de depósitos de efectivo. Garrido dijo que no se hizo una valuación apropiada de los activos inmobiliarios. Popritkin aseveró que el matrimonio nunca presentó documentos que demostraran cómo lograron obtener tasas de interés mayores a las del mercado".
"Tras la muerte de Néstor Kirchner, Báez erigió un mausoleo de tres pisos en su honor en Río Gallegos, inspirado en el Dôme des Invalides en París, donde se encuentra la tumba de Napoleón. Una placa conmemorativa, colocada por Báez, adorna una pared adyacente a la entrada: 'Aquí descansa Néstor Carlos Kirchner, el santacruceño que cambió la Argentina y, sobre todo, un amigo', concluye el artículo.