Luego de meses de silencio, reapareció una de las figuras más controvertidas de la política nacional: Elisa Carrió. Aferrada al movimiento de “resistencia” creado luego de su última derrota electoral, Carrió acusó a buena parte de la “corporación política” de incurrir en todo tipo de casos de corrupción con empresas privadas.
“La gente tiene que entender que acá no hay buenos”, sentenció la rubia, que no escatimó palabras a la hora de analizar las denuncias cruzadas en torno al caso Ciccone. “Ese es un negocio que empieza (Néstor) Kirchner y después sigue Boudou”, explicó, al tiempo que calificó al actual vicepresidente como un “chico muy desprolijo”. Sin embargo, para la ex referente de la Coalición Cívica, el escándalo no se circunscribe a la emisión de billetes y el tráfico de influencias, sino que también denunció maniobras de “lavado de dinero”.
“Boudou cometió muchos delitos y (Esteban) Righi le aseguraba impunidad”, acusó Carrió, en referencia al ex Procurador General de la Nación. “Righi obedecía a Alberto Fernández, dejó de ser un (kirchnerista) órganico por la pelea” con el ex jefe de Gabinete de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, y a pesar de que no se mostró satisfecha con la gestión de Righi, también criticó la posible designación del titular de la Sindicatura General de la Nación, Daniel Reposo, como el nueve jefe de fiscales. “Quieren alinear a los fiscales para que haya impunidad”, opinó, mientras denunció que Reposo “está en incumplimiento de los deberes del funcionario público”. “Sacó los informes de la SIGEN de la web y tuvo que ser intimado para que los entregue”, comentó. “Está para tapar, para encubrir. Es un delincuente”, fustigó, entrevistada en TN.
Viejas predicciones. La ex candidata presidencial aprovechó su regreso para cuestionar no sólo el ritmo de la economía, sino también el modo de enfrentar algunos de los principales temas de la agenda de los últimos meses.
"Están vaciando YPF", vaticinó Carrió. "Esta historia ya la vi: es lo mismo que con Aerolíneas", se quejó.
“No soy apocalíptica”, se excusó. “Los 54 muertos de los trenes lo demuestran”, remarcó. “De Vido es el culpable político y penal de los muertos de Once. Y digo culpable, no responsable”, puntualizó la ex legisladora.
“La corrupción mata”, repitió una y otra vez. Pero no fue de los únicos de los que habló, ya que también rechazó el reclamo oficial por la soberanía de las Islas Malvinas. “No se rasguen las vestiduras hablando de los muertos de Malvinas mientras reciben dinero de la British Oil en Chubut y Santa Cruz”, exhortó.
“Esta es la revolución de izquierda de este país, de pacotilla”, concluyó.