El debut de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones legislativas de laArgentinainauguró una jornada electoral distinta. Desde temprano, las redes sociales se poblaron de testimonios que reflejaron tanto el entusiasmo como las dificultades del nuevo sistema. La novedad: una sola hoja que reúne a todos los candidatos, donde el votante marca con lapicera su elección.
“Voté, entré y salí. El sistema de boleta única es excelente. Increíble que hayamos pasado tantos años debatiendo esto”, celebró un usuario en X (ex Twitter). Otros coincidieron: “Qué linda la boleta única de papel. Qué olor a fraude y clientelismo que desaparece”. También hubo quienes destacaron la rapidez del trámite y el beneficio ecológico por la menor cantidad de impresiones.
Pero no todos los comentarios fueron elogiosos. Varios usuarios se quejaron por la dificultad para doblar la hoja —un obstáculo que alcanzó incluso a la ministra Patricia Bullrich, que debió reingresar al cuarto oscuro para intentarlo otra vez— y por el tamaño de la tipografía: “Lleven anteojos, no se lee una letra”, ironizó un votante.
“Esta boleta-sobre es difícil de doblar, muy confusa para ubicar a los candidatos y se puede borrar la tinta”, apuntó otro. También hubo quienes alertaron sobre posibles vulnerabilidades: “Con solo hacer una cruz en otro lado ya arruinaste un voto”.
Entre los elogios y las dudas, la jornada dejó una sensación general de alivio por la agilidad del proceso y la desaparición de las pilas de papeles. Aunque algunos, más tecnófilos, ya reclamaron un paso más: “El sistema de boleta única es bárbaro, pero necesitamos votar online. Es imprescindible dejar el papel”.
Como ocurre con casi todo en la Argentina, el debut de la Boleta Única dividió opiniones. Lo que queda por ver ahora es si esa misma facilidad que los votantes celebraron se repetirá a la hora del conteo final.
CC PH CP