El minuto a minuto de las cuentas públicas confirmó ayer el escenario que va a heredar la próxima administración. Muy probablemente un tablero con equilibrio o casi equilibrio en las cuentas públicas antes del pago de la deuda externa, pero una situación en rojo cuando se suma a la cuenta el paquete de intereses de los pagos al exterior.
El Ministerio de Hacienda presentó ayer una radiografía de este fenómeno al mostrar los datos de ejecución presupuestaria correspondientes a agosto. Allí se evidenció que hubo resultado primario superavitario en $ 13.746 millones, que se diluye por completo al incluir los números de lo que se pagó por concepto de servicios de deuda al exterior: el resultado fiscal o financiero total tuvo un saldo deficitario de $ 14.798 millones. El dato ahí es que los intereses de deuda crecieron un 586% en el octavo mes del año.
De acuerdo con un reporte del Iaraf, los recursos totales crecieron en términos reales por tercera vez en el año 2019 un 0,6%, mientras que el gasto primario mantuvo un crecimiento por debajo de la expansión de los precios (-7,7%) con respecto al mes de agosto del año 2018. El gasto primario registra 21 meses consecutivos de crecimiento por debajo de la inflación.
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Para los primeros ocho meses del año el fenómeno se repite. En el acumulado, el resultado primario alcanzó un superávit de $ 48.260 millones, mientras que el resultado fiscal fue negativo en $ 379.867 millones.
Por el lado de los recursos totales, cuando se tiene en cuenta el efecto de la inflación se aprecia una caída de 2,4% en el poder adquisitivo de los fondos. Según el Iaraf, hacia el interior de los recursos nacionales se observó una contracción real en torno al 5,4% de los recursos tributarios.
Por otra parte, el gasto primario registró una caída de 11,2% en términos reales durante los ocho meses transcurridos del año.
Desde el Gobierno se ocuparon de resaltar que “es la primera vez desde 2011 que el sector público nacional no financiero tiene superávit primario en los primeros ocho meses del año”.
Y además, subrayaron que “el resultado primario acumulado asciende a 0,2% del PBI, en línea con el registrado en los últimos años de equilibrio primario, y se redujo en 1,1 p.p. en relación a igual período de 2018”.
La reducción del déficit primario es una de las claves comprometidas por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un acuerdo que en este momento se encuentra en vilo por la posibilidad de un cambio de gobierno y por incumplimientos en diversos rubros.
Desde los equipos técnicos del candidato más votado en las primarias, Alberto Fernández, consideran relevante mirar el dato del déficit financiero que incluye la cuenta de los intereses de la deuda y que hace que el rojo de las cuentas públicas se agrande.
