Marcos Peña le puso sello oficialista al apoyo. “Respaldamos plenamente a Gustavo Arribas en su tarea y en su trabajo en la AFI”, afirmó ayer el jefe de gabinete, en una conferencia de prensa realizada en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Ex representante de jugadores y amigo íntimo de Mauricio Macri, con quien hizo negocios en los tiempos de Boca, Arribas tiene una banca indiscutida. De Macri para abajo, el jefe de los espías consiguió la venia y perdón de la unidad antilavado, de la Oficina Anticorrupción y del juez Rodolfo Canicoba Corral.
Así, ante la reactivación de una denuncia en su contra por parte de la policía brasileña, Peña repitió la postura oficial: “Ya ha demostrado que son mentiras”. El súper ministro se refería al fallo de Canicoba Corral, quien sobreseyó al jefe de la ex SIDE en abril del año pasado. El juez lo hizo de forma casi exprés, tras tres meses de investigación. Y ayer opinó que no veía motivos para reabrirla.
Peña plantó bandera: “Por lo que vimos no hay nada nuevo. Todo se basa en la denuncia de (Leonardo) Meirelles, que ya ha sido demandado penalmente por Arribas por mentiroso. Esperamos que comparezca ante la Justicia argentina”. En Casa Rosada, cerca del Presidente reafirmaron ese apoyo.
Meirelles es un cambista brasileño, sentenciado a prisión por el escándalo del Lava Jato. Aportó información a cambio de reducir su condena. Desde esa condición, aseguró haberle transferido 850 mil dólares a Arribas, como coima de la constructora Odebrecht.
Ahora, la Policía Federal brasileña inició la Operaçao Descarte junto al Ministerio Público Fiscal y a la agencia impositiva Receita Federal, por los delitos de lavado, evasión y asociación ilícita. Se basó en parte en los testimonios aportados por Meirelles. De ahí, la afirmación de Marcos Peña.
“No tuve ningún tipo de vinculación con los casos llamados Lava Jato ni la recientemente mencionada Operación”, respondió Arribas en un comunicado. Como el año pasado ante la Justicia, admitió haber recibido una sola transferencia por más de 70 mil dólares en su cuenta de Suiza. Y la adjudicó a la venta de muebles del departamento que tenía en San Pablo. “Fue el comprador Atila Reys Silva, quien eligió las vías, sujetos y demás modalidades para que el dinero ingresara a mi cuenta bancaria”, se excusó Arribas.
Hace un año, pese a los reclamos opositores, Arribas consiguió comprensión del Gobierno. Ahora, la continuación de la denuncia tampoco pondrá en riesgo su estabilidad al frente de la ex SIDE.
