POLITICA
tensión en el consejo ampliado

En la nueva Magistratura ningún sector se impondría

Según el fallo de la Corte, el lunes debería empezar a funcionar con veinte miembros. El oficialismo se niega a darle a JxC las dos bancas nuevas del Congreso. De todas formas, el FdT tendría número para bloquear los dos tercios.

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Consejo. El miércoles sesionó y se aprobó un nuevo reglamento para funcionar desde el lunes. | cedoc

La puja del kirchnerismo para evitar que la oposición pueda llegar a superarlo en número en el Consejo de la Magistratura pone actualmente en duda el funcionamiento del organismo que gestiona el servicio de justicia. A su vez, al oficialismo le preocupa que la Corte Suprema ponga un pie en la sede de la calle Libertad y asuma la presidencia del Consejo. Los números, sin embargo, no serían suficientes para inclinar la balanza en desmedro de sus intereses.

Es poco probable que este escenario se modifique con la incorporación de nuevos miembros. Hasta el momento hay tres nombres confirmados que pueden complicar al oficialismo: Horacio Rosatti, el presidente de la Corte Suprema, con el cual el kirchnerismo ha mantenido una relación muy tensa a lo largo de los años; la jueza Agustina Díaz Cordero, que pertenece a la lista Bordó, crítica de la actual administración, y la abogada Jimena de la Torre, quien fue funcionaria de la administración macrista. En lo que refiere a los académicos, varios actores pronostican que el resultado será favorable para el Gobierno por la misma configuración de las elecciones.

Actualmente, el kircherismo cuenta con siete votos de 13, pero no tiene la mayoría necesaria de dos tercios para la aprobación de ternas, como quedó demostrado esta semana con la votación fallida de cinco cargos claves en los tribunales de Comodoro Py.

Tras haber tenido que organizar en poco tiempo las elecciones de sus nuevos miembros, la Magistratura aguarda únicamente el resultado de la votación del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) –que designará este lunes un nuevo representante para el estamento de los académicos– y las resoluciones del Congreso, que debe enviar a un representante por la segunda minoría de cada cámara. Mientras que el CIN atribuye la demora al feriado de Semana Santa, la situación del Palacio Legislativo reviste mayor complejidad.

Si los legisladores son de la oposición, el FdT sumaría solo dos de los siete consejeros nuevos

Según el fallo de la Corte, que declaró inconstitucional la integración actual del Consejo por considerar que el peso del estamento político era desmedido, esta semana los presidentes de la Cámara de Senadores y de Diputados, Cristina Kirchner y Sergio Massa respectivamente, deberían firmar la resolución que oficialice el envío de sus nuevos representantes. La interpretación que se le dé a “segunda minoría” condicionaría a qué bloque pertenecen los nuevos consejeros.

En ese sentido, representantes de Juntos por el Cambio solicitaron a la presidencia de ambas cámaras nombrar al senador macrista Luis Juez y a la diputada radical Roxana Reyes, entendiendo que una “segunda minoría” sería la tercera fuerza actual, dado que no hay mayorías actualmente en el Congreso. El oficialismo, por su parte, se inclinaría por elegir entre los partidos que no quedaron seleccionados en la elección anterior. Lo confuso es que las últimas elecciones para el Consejo ocurrieron en 2018, con una conformación diferente de ambas cámaras.

El diputado del Frente de Todos Marcelo Casaretto presentó una medida cautelar interina ante el Juzgado Federal 2 de Paraná, que dio lugar a que Massa y Kirchner se abstuvieran de llevar a cabo designaciones y realizaran descargos. Con esto se prevé que el nombramiento se dilate al menos una semana más.

Si bien ningún resultado le otorgaría un margen cómodo al oficialismo, la oposición tampoco tendría asegurada la designación de jueces, que requerirá de 14 votos. El kirchnerismo, con 8 consejeros propios (contando al nuevo académico, que probablemente le será afín), contaría con los votos suficientes para impedir que esta se consiga sin su beneplácito. En estos casos, el voto doble no sería decisivo, dado que únicamente sirve para desempatar en situaciones que requieran de una mayoría simple.

Al proyecto oficialista para una nueva conformación del Consejo le falta aún media sanción en la Cámara de Diputados para poder convertirse en ley.