Sergio Massa sumó varias certezas en solo 48 horas. Al pacto con el FMI, que le sirve para caminar la campaña sin tachuelas en los zapatos, como dijo tras su encuentro con la CAF, le sumó el respaldo total de gobernadores del norte. Los mandatarios tienen números que transmiten expectativas y jugarán a fondo para que el ministro de Economía sea presidente el próximo 10 de diciembre.
En La Rioja, ante la pregunta de PERFIL, el oficialismo enseña estudios de opinión que dan a Massa superando el 50% de intención de sufragio. Es decir, el ministro de Economía no solo retiene los votos que cosechó el peronista Ricardo Quintela, el 50%, sino que podría obtener algunos puntos más por dos factores: la pelea en Juntos por el Cambio impactaría directamente en la performance del 13 de agosto, y Javier Milei cosecharía casi 18 puntos.
En el distrito del PJ la inflación se siente pero, como asegura un miembro de la comitiva que acompañó al prepostulante de Unión por la Patria a sol y sombra en su recorrida por el norte, “la gente vota por otras cuestiones, más allá del bolsillo”. Dentro de esa observación, influye la esperanza que pueda generar el ministro, que la oposición de Juntos por el Cambio “viene por el recorte de derechos sin diferencias entre Larreta y Bullrich, y que la emoción es un factor que va a pesar”. Y hay otro ítem que se encargan de destacar de cara a agosto: Massa es capaz de interpelar a un electorado no kirchnerista y que hoy tiene dudas.
En Tucumán, sobrevuela la misma sensación: el oficialismo es muy potente, Jaldo consiguió gestionar el territorio con el 68%. Y es capaz de traccionar en unidad, como se vio en el acto del sábado en el que gremios, organizaciones sociales y ONGs acompañaron al ministro de Hacienda para generar un evento que contó con más de 60 mil personas.
Cerca del gobernador aclaran que no poseen encuestas pero que la imagen que se logró ayer habla por sí sola, y también dan cuenta de que la oposición en el distrito se encuentra “totalmente fragmentada” tras los resultados locales, que le dieron un 25% de sufragios. Eso lo percibe el tigrense, quien ve cómo Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta intercambian críticas. “Si así están en plena campaña, ¿cómo piensan gobernar?”, se pregunta ante la gente de su confianza.
Incluso duda de que la alianza opositora tenga un horizonte si llega a perder los comicios generales. Dentro de ese marco, no duda en señalar que “la gente” tiene en su radar que la gestión de Mauricio Macri “trajo de vuelta al FMI y se rifó” el préstamo del organismo internacional que hoy se está tratando de cancelar.
En esta gira, si algo resaltó el dirigente que chocará contra Juan Grabois en las PASO, fue la necesidad de establecer un pacto federal a partir de diciembre, algo que lanzó en La Rioja, junto con gobernadores, y que volvió a machacar ayer.
En síntesis, dijo que la distribución es clave y que los riojanos no pueden moverse como “mendigos” en el Congreso reclamando lo que les corresponde.
Y sostuvo que se están reduciendo impuestos, una bandera que agita la oposición.
“Venimos a decirles a los tucumanos que estamos fortaleciendo a las pymes, que les acabamos de bajar los impuestos al cheque, aportes y contribuciones, débitos y retenciones, porque en Tucumán la mitad del empleo lo generan pymes, que son tucumanos y tucumanas, que generan trabajo y que sueñan con el desarrollo”, recalcó Massa. Fue en medio de aplausos en su último acto.
Daer: “Hay dos muy rutas antagónicas”
Héctor Daer, triunviro de la CGT y miembro de la comitiva que estuvo junto a Sergio Massa en su tour de campaña, dice entre risas que se suele sumar a esta clase de viajes siempre y cuando le llegue una invitación. “Pero ojo que también tengo que laburar, no puedo estar en todos lados”, agrega.
En contacto con este medio, remarcó que es necesario trabajar en la concientización de la sociedad en los próximos días y de cara a la pelea de agosto. ¿Qué significa esto? El referente de Sanidad explicó que “la Argentina se divide en dos rutas muy antagónicas, si la tomamos mal volvemos a la Argentina pastoral de mitad del siglo pasado, y eso es lo que no queremos, queremos una Argentina que se desarrolle, una Argentina que vuelva a tener el paradigma del trabajo”.
La central obrera, que no pudo obtener lugares de relevancia en las listas de la alianza oficial, hoy coloca su mira en la reducción de la jornada laboral. Una propuesta que todavía no maduró en el radar del tigrense porque, como se encarga de remarcar Daer, necesita el consenso de amplios sectores. “Es una propuesta del movimiento obrero, de la Confederación General del Trabajo, esto será también puesto en debate con las distintas instituciones, tendrá que involucrarse a los empresarios, tendrá que involucrarse también a las universidades para que le den el andamiaje intelectual a un cambio que es trascendental en el mundo del trabajo en el país”, dejó en claro el dirigente en público y en privado.
