Una de las máximas en la Justicia federal, que repiten jueces, fiscales y abogados en despachos y pasillos de los tribunales de Retiro, es que para juzgar a un funcionario y lograr una condena hay que esperar su ocaso político.
Así parecía que sucedería con los exponentes del menemismo. En los últimos treinta días, la máxima se fue por la borda. En agosto, Alberto Kohan, ex secretario de la Presidencia de Carlos Menem, salió absuelto de un juicio oral por presunto enriquecimiento ilícito a pesar de que un juez y un fiscal federales habían encontrado irregularidades en su crecimiento patrimonial y los peritos contables coincidieron con que no podía justificarlo.
El viernes, Carlos Menem se salvó de una causa por haber ocultado una cuenta bancaria en Suiza y no haber declarado parte de sus bienes. La decisión fue tomada por el mismo tribunal que absolvió a Kohan, el Federal Oral número 4. La fiscal en ambos juicios es la misma: Fabiana De León. La excusa de la Justicia: prescribió la causa por paso del tiempo. El expediente estaba en lista de espera desde hacía seis años. Contadores Forenses, la ONG integrada por peritos contadores especializados en fraudes contables, enriquecimiento ilícito y otros delitos económicos, criticaron a la fiscal de ambos juicios a través de su cuenta en Facebook. “Lamentable actuación de la fiscal Fabiana León en causas de enriquecimiento de Kohan y Menem, a quienes absolvieron”, publicaron.
Este diario advirtió hace meses que la causa contra Kohan estaba a punto de prescribir por la misma razón que encontraron los jueces del Tribunal para cerrar la de Menem el viernes. Sin embargo, el destino fue otro. Fue juzgado. El resultado: el mismo que se esperaba ante aquel pronóstico: iba a zafar, regresar a su casa y seguir con su vida.
El viernes, también se supo que la ex secretaria de Medio Ambiente menemista, María Julia Alsogaray, quien había sido procesada en una causa por corrupción, recibió la buena noticia de que la Cámara
Federal, Sala II, anuló la decisión del juez.