Las maniobras de presunto lavado de dinero del exsecretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, y su viuda, Carolina Pochetti, estuvieron en la mira de las autoridades de los Estados Unidos un año y medio antes de que la Justicia argentina avanzara en el caso. Así consta en los informes de actividades sospechosas de la Unidad de Inteligencia Financiera del Tesoro de los Estados Unidos (FinCEN, por su acrónimo en inglés).
Estos documentos del organismo estadounidense forman parte de la nueva filtración FinCEN FIles (Archivos FinCEN) que el medio BuzzFeed News compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y sus medios asociados, entre ellos, La Nación, Infobae y Perfil.
Los FinCEN Files incluyen reportes de actividades sospechosas y transacciones reportadas por bancos y otras instituciones financieras.
La conexión Muñoz
Muñoz falleció en 2016 y no llegó a ser juzgado por una supuesta maniobra de lavado de activos de la corrupción. Dos años después de su fallecimiento, su viuda, Pochetti, fue arrestada en la causa de los cuadernos de la corrupción en la obra pública y declaró como arrepentida a principios de 2019 ante el fiscal Carlos Stornelli, y luego recuperó la libertad.
Las maniobras de la pareja para blanquear fondos de la corrupción se realizó a través de la compra de lujosas propiedades en Miami y otras jurisdicciones, según la causa. Para ello, habrían requerido de la colaboración de terceros, entre ellos, un abogado estadounidense: Sean Sullivan. En 2017, los Estados Unidos, habían puesto la lupa sobre Sullivan, actualmente, uno de los cinco prófugos con pedido de captura internacional en el expediente de los cuadernos.
El estadounidense fue contactado por Muñoz y su esposa para invertir en las paradisíacas islas caribeñas de Turks and Caicos, según la causa de los cuadernos.
Este ciudadano estadounidense fue identificado en la investigación judicial de los cuadernos como el desarrollador inmobiliario contactado por el entorno de la pareja para llevar adelante una millonaria inversión hotelera en las paradisíacas islas caribeñas de Turks and Caicos. Los fondos provenían de coimas por la obra pública cobradas durante el gobierno kirchnerista, según la causa judicial.
Sullivan aparece en un documento de la agencia contra los delitos financieros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (FinCEN) llamado “Kleptocracy”. El equipo argentino de ICIJ intentó contactarlo pero Sullivan no presentó abogados en el país ni fue posible hallarlo en el exterior. La Justicia argentina lo considera prófugo.
“Kleptocracy” es un resumen semanal en el que la FinCEN recoge las principales alertas bancarias recibidas en las semanas previas. Sullivan aparece mencionado en un documento que abarca el período del 10 al 16 de marzo de 2017. La información registrada entonces por FinCEN no consta en la causa argentina contra Muñoz, Pochetti, Sullivan y el resto de los imputados, según constató el equipo argentino de ICIJ.
Bajo la Ley de Secreto Bancario, las instituciones financieras (bancos y otras) están obligadas a ayudar a las agencias gubernamentales de los Estados Unidos a detectar y prevenir maniobras de lavado de dinero, así como también informar sobre movimientos sospechosos que puedan indicar una actividad delictiva, como la evasión fiscal, el lavado de dinero, el fraude o el financiamiento del narcotráfico y el terrorismo.
En el documento “Kleptocracy” se señala que el Citibank emitió un Reportes de Operación Sospechosa (ROS o SAR en inglés) que involucra, entre otros, a Sullivan, por transacciones por más de US$1 millón, entre noviembre de 2011 y el mismo mes de 2016. El alerta bancario reportado ante FinCEN se activó por la “actividad sospechosa en una cuenta que puede estar vinculada a un escándalo de lavado de dinero que involucró a los ex presidentes argentinos Cristina y Néstor Kirchner”.
Sullivan apareció como uno de los compradores de un lujoso condominio del matrimonio Muñoz-Pochetti en Miami.
Poco después de esas transacciones reportadas, Sullivan apareció como uno de los compradores de un lujoso condominio del matrimonio Muñoz-Pochetti en Miami.
Además, Sullivan fue señalado por los arrepentidos de la causa de los cuadernos -miembros del entorno de la pareja Muñoz-Pochetti- como quien habría estado a cargo de llevar adelante el emprendimiento hotelero en Turks and Caicos. Para ese proyecto se canalizaron US$30 millones provenientes de la venta de inmuebles que Muñoz y su mujer Pochetti habían comprado en Estados Unidos mediante prestanombres, según el expediente. Alertados por las investigaciones por lavado de dinero en marcha en Argentina, buscaron desprenderse de esos inmuebles a partir de 2013, y especialmente entre 2015 y 2017.
Según el procesamiento del fallecido juez Claudio Bonadio contra la viuda de Muñoz y su entorno, "aplicando complejos procedimientos financieros de venta, obtuvieron una suma cercana a los US$73 millones, que en parte reintrodujeron en el sistema bancario". Es decir, habrían blanqueado fondos a través de la compra de inmuebles en el extranjero y luego volvieron a venderlos haciéndose de fondos blanco.
Fue mediante transferencias a cuentas del Banco Mercantil del Norte (México), el Citibank NA (Hong Kong, China), la Banca Privada de Andorra, el Bank of America y el Florida Community Bank (ambos en EEUU), entre otras entidades financieras ubicadas fuera del país.
El “comprador” del condominio Regalia 23
Según la documentación en la causa judicial, Sullivan figura como el “comprador” de una de esas propiedades revendidas en la maniobra: la Unidad 23 del Regalia Condo, un condominio de lujo ubicado en Miami. Sullivan lo “adquirió” el 3 de enero de 2017, por US$10.700.000 a través de una sociedad constituida pocos días antes, que lleva el mismo nombre del condominio y número de unidad funcional del inmueble, Regalia 23 LLC.
Según el documento de FinCEN, el inmueble “presuntamente estaba vinculado al ex presidente argentino Néstor Kirchner. Los fiscales federales en Argentina están investigando actualmente a Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y miembros de la administración de Néstor Kirchner por lavado de dinero a través de varias compras inmobiliarias en Miami”.
En la causa de los cuadernos, los prestanombres de Muñoz-Pochetti identificaron ese departamento ubicado sobre la Av. Collins 19.575 como el que usaba el matrimonio en sus estadías en la ciudad de Miami. La propiedad tiene 470 metros cuadrados, cuatro dormitorios y cinco baños, y está valuado en US$5 millones, según la causa.
Pero antes de que figurara a nombre de Sullivan, ese mismo inmueble había sido comprado a estrenar en 2014 por la firma Dream Golden Enterprises Inc., constituida cuatro meses antes por el empresario marplatense Sergio Todisco, vinculado a Muñoz, según la investigación de Bonadio. Eso implicaría, que, ya desde 2014, el ex secretario privado de Kirchner estaba vinculado a la propiedad.
Varios de los supuestos cómplices de Muñoz y su esposa fueron procesados por el juez Bonadío en un expediente anexado a la causa de los cuadernos.
Después de Dream Golden Enterprises Inc., el departamento figuró a nombre de la mexicana Perla Puente Resendez, esposa del primo de Pochetti, Carlos Gellert. Todos fueron procesados por el juez Bonadío en el expediente contra Muñoz anexado a la causa de los cuadernos.
De vuelta en 2017, el inmueble siguió pasando de manos. Sullivan lo “vendió” a otra empresa apenas tres días después de haberlo comprado, por US$9.400.000, un valor inferior al que lo había “pagado” (US$10.700.000). Esa “venta” fue en simultáneo a la de otros varios departamentos de los que Pochetti buscó desprenderse rápidamente para sacar el dinero de Estados Unidos, según la causa judicial.
Pedido de captura vigente
Sullivan tiene una orden de captura dictada el 1° marzo de 2019 por el juez Bonadio para indagarlo por su participación en las maniobras de lavado de Muñoz, su viuda y su entorno. Fue ratificada por el actual magistrado de la causa, Marcelo Martínez de Giorgi, y sigue vigente, según corroboró el equipo argentino de ICIJ.
Sullivan no realizó ninguna presentación en la causa, ni siquiera para pedir la exención de prisión, como sí lo hizo, por ejemplo, el abogado canadiense Peter Karam, también imputado en la causa contra Muñoz. La Cámara Federal le otorgó a Karam el beneficio de exención de prisión en julio último, a solicitud de sus abogados.
Sullivan no presentó abogados en el país ni fue posible hallarlo en el exterior.
Hasta ahora, la Justicia argentina no logró la cooperación de las autoridades norteamericanas respecto de Sullivan y aún no pudo conocer los detalles de la investigación que están llevando adelante en Estados Unidos vinculada a estas operaciones de Muñoz y su entorno. Así, por ejemplo, no sabe quiénes son con exactitud los imputados, el objeto de la investigación, los avances logrados ni los elementos reunidos en aquel país.
Quién es Sullivan
De 57 años y profesión abogado, Sullivan figura con domicilio en Boca Ratón, en el estado norteamerticano de Florida. En el ROS citado por la FinCEN, aparece reportado junto a su mujer Sarah, y otros dos norteamericanos.
Vinculado a 13 empresas, según la base de datos Nexis, tanto este inversor como sus negocios fueron objeto, durante la década del ‘90 y del 2000, de 23 sentencias y embargos, casi todos en el estado de Massachusetts, aunque también tuvo procesos en Nueva Jersey y Florida.
Según las confesiones de arrepentidos de Carolina Pochetti, Carlos Gellert y el abogado detenido Anthony D'Aniello, Sullivan se habría quedado con parte del dinero de la inversión.
Recupero de activos
En paralelo al avance del proceso contra los acusados del caso Muñoz, la Justicia argentina intenta recuperar US$30 millones que se invirtieron en el terreno donde se iba a construir un hotel en Turks and Caicos, aunque aún no tuvo respuesta para agilizar el proceso de parte de las autoridades judiciales de esas islas en el Atlántico.
La Justicia argentina intenta recuperar US$30 millones que se invirtieron en el terreno donde se iba a construir un hotel en Turks and Caicos.
El juez De Giorgi sí logró vía exhorto que inmovilizaran una parcela y está a la espera de que se disponga los mismo sobre otras tres parcelas, respecto de las cuales el juez requirió la misma medida, ya que son las que identificó Pochetti al declarar como arrepentida.
“Las tierras hoy no sé si están a nombre de las sociedades o Sullivan u otra sociedad. El proyecto no se llevó adelante o no se pudo realizar”, afirmó la viuda de Muñoz al declarar como arrepentida. Su confesión le permitió poder salir en libertad mientras aguarda la realización del juicio oral, aún sin fecha. En efecto, por estar ubicadas en un parque nacional, Sullivan y compañía nunca obtuvieron el permiso para construir el resort de lujo en ese paraíso caribeño.
*El equipo argentino de ICIJ que trabajó en FinCEN Files está compuesto por Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli (Infobae), Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom (La Nación) y Emilia Delfino (Perfil).