El debut de la fórmula Mauricio Macri-Miguel Pichetto ante el auditorio del gabinete ampliado fue en un clima de mucho mayor optimismo que el último encuentro de funcionarios de Cambiemos realizado en marzo. El dólar calmo, la inflación en retroceso y la imagen del Gobierno en alza funcionan como un inflador espiritual para el oficialismo. Así, el evento osciló entre una arenga electoral con las explicaciones de la elección del vice, sumado a una ovación para el canciller Jorge Faurie por el acuerdo Mercosur-Unión Europea y elogios del Presidente a María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
Quien también terminó teniendo un rol fue la ex titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, a quien Macri mencionó en su discurso en un tramo que despertó las risas del auditorio. Fue cuando se refirió al sketch que se hace en el programa de Jorge Lanata, Periodismo para Todos, ironizando sobre el personaje de Rodríguez Larreta, que decide no atenderle el teléfono, y sobre su amorío con la economista. “Estoy preparando los videos y se los voy a mandar subtitulados porque se va a divertir mucho”, expresó. Todo el auditorio tiene bien claro que así como Cristina Kirchner es clave para la polarización, la otra Cristina fue fundamental para atravesar los peores momentos económicos del Gobierno.
Según las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización
La figura de Pichetto fue central en la reunión que sea realiza periódicamente en el CCK. Gabriela Michetti fue la primera en hablar y por eso la encargada de darle la primera bienvenida a quien esperan que sea su sucesor en el cargo. La vice también le pidió al canciller Faurie que se pusiera de pie, lo que generó una automática ovación del público macrista. Esta vez no llegó a emocionarse como cuando lo llamó a Macri para contarle que se había firmado el acuerdo. También Pichetto, Vidal y Macri lo destacaron en sus discursos.
Para Pichetto fue una prueba de fuego delante de un público que no le es habitual. Y dejó al auditorio conforme con el mismo discurso anti autoritarismo que viene expresando en los medios, resaltando la necesidad de trabajar en consensos en un eventual segundo mandato. Macri, a su turno, destacó que Pichetto no dudó ni un segundo aceptar la candidatura, e incluso contó que le dijo “acepto” antes de que terminara la frase. Y aseveró estar convencido que se van a “llevar bien” porque se dio cuenta que comparten la misma “ansiedad para hacer cosas”.
Quién es Miguel Ángel Pichetto, el peronista de las mil caras
“El ánimo estuvo mucho mejor que el último, la gente más motivada”, contó a PERFIL uno de los funcionarios presentes. “Hubo una visión de águila puesta en las elecciones”, graficó otro. Claro, es el último previo a las PASO del 11 de agosto que serán cruciales para saber cuántas chances tendrá Juntos por el Cambio de repetir la triple corona (Nación, Ciudad y Provincia).
De hecho, tanto Rodríguez Larreta como Vidal fueron los otros dos oradores principales (también habló el radical Gerardo Morales) y pusieron el eje en la campaña. Sus contextos son muy disímiles: el jefe de Gobierno porteño tiene todos los cañones puesto en ganar en primera vuelta y evitar el ballottage (nunca pasó en la Ciudad); la gobernadora, en cambio, deberá redoblar el esfuerzo para reducir la magra performance que está teniendo Macri en su Provincia y que pone en riesgo su propia reelección. Pero fue Larreta el que confesó que unas semanas atrás llegó a dudar de si el triunfo de Macri era posible. Dijo que se lo confesó a Mauricio, que después se calmó y que ahora fortaleció su creencia en el “sí, se puede”.
Qué le aporta Pichetto a Mauricio Macri
Macri también dedicó elogios para los dos y cuando arrancó destacó que ambos habían usado conceptos que él quería utilizar. “Nos conocemos tanto, arrancamos juntos desde el inicio, que pensamos lo mismo y decimos lo mismo, y de hecho dijeron varias cosas que yo quería decir”, expresó. Y llamó la atención el elogio que le dedicó a Larreta: “Muy bien Horacio, te veo cada día mejor”. Más de uno de los presentes lo tomó con suspicacia y alimentó las especulaciones (sin sustento según las fuentes consultadas) de que el jefe de Gobierno podría tener un rol clave en el Ejecutivo nacional en un eventual segundo mandato.
Marcos Peña esta vez no fue uno de los oradores pero se reservó para la conferencia de prensa posterior, en la que apuntó los misiles en el kirchnerismo y reforzó la lógica de polarización total en la que tan cómodo se siente el macrismo hoy en día. "El miedo es lo único que tiene para ofrecer en esta elección, es resignación, es apelar a los peores fantasmas de los argentinos dada la imposibilidad de dar un mensaje de esperanza", expresó el jefe de Gabinete. Y acusó directamente a Cristina Kirchner de "no dar la cara para una discusión pública como planteaba cuando gobernaba". "Ella es la verdadera candidata", concluyó.
GZ/MC
