Gabriela Cerruti es diputada del Frente de Todos por la Ciudad de Buenos Aires desde hace cuatro años y tiene una larga trayectoria legislativa en el distrito pero jura que “nunca se trabajó tanto como en 2020”. La discusión de la Interrupción Voluntaria del Embarazo la tuvo como fuerte protagonista en el Congreso y con el objetivo cumplido, ahora dice en una entrevista con PERFIL que “hay que hacer la revolución de las viejas”.
—¿Qué significó la aprobación del aborto legal al final de un año donde cambiaron todos los planes?
—La lucha por el aborto mi generación la viene trayendo desde los ‘80 en adelante, como todas las luchas feministas deja la sensacion de un triunfo colectivo muy grande. En lo personal también es muy importante tener a tu hija viéndote desde afuera del Congreso, es un cruce de generaciones fuerte.
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—¿Cree que 2021 será el momento del Gobierno para retomar parte del proyecto ideológico que quedó en stand by por la pandemia?
—La pandemia vino a acelerar un montón de decisiones que había que tomar. El mundo cambió y por su nivel de aceleración que tenía era imposible de sostener, que es producir más para consumir más y que los ricos sean más ricos y que los pobres sean más pobres. Ese modelo no va más y la pandemia lo demostró. Si vos no podés detener al mundo dos días para que la gente respire, quiere decir que lo que está mal es la economía. El modelo que nosotros propusimos, cuando el Frente de Todos ganó la elección, era hacer una sociedad más justa, un proyecto en el que los vulnerables estén en el centro de las decisiones y esto con la pandemia quedó más urgente que nunca, se hicieron más lentas las decisiones durante el año pero son más inevitables que nunca.
—¿Está de acuerdo con las restricciones para evitar un rebrote de Covid?
—Nosotros estamos acompasados con el mundo, donde están yendo a cierres muy estrictos. Lo que no entiendo es a la oposición, que muchas veces miran a esos países y dicen ‘ahí son estrictos, ahí pagan los impuestos’, y cuando les pedís que cumplan las leyes, paguen los impuestos y seamos más estrictos con el cuidado del otro te tiran con la libertad por la cabeza. Hay una parte en la cual tienen que ponerse de acuerdo con ellos mismos. El discurso de Patricia Bullrich es muy parecido al de Donald Trump. ‘Vayan y rompan todo’, vamos a ver si cuando le hagan caso a ella se va a hacer cargo de que estuvo provocando. A veces veo comportamientos casi infantiles y otras veces es por una ideología que es mandar a los otros a que se hagan los valientes mientras ellos se cuidan en sus casas.
—¿Acompaña la idea de sectores más duros del kirchnerismo de avanzar en una nueva Ley de Medios?
—Es hora que modernicemos la conversación alrededor del tema. El Congreso tiene que ponerse a trabajar en la regulación de las plataformas, desde los temas impositivos, al precio de la publicidad y de que Facebook o Twitter se meten en la vida de los argentinos. Deberíamos ser capaces de pensar de qué manera estas empresas transnacionales que manejan la conversación mundial tienen reglas de juego, ni regulación ni de control de nada. Nos quedamos atados a una cosa muy antigua que tiene que ver con el momento en el que Clarín te ponía un presidente, eso fue hace 30 años.
