La fuerte crisis económica que atraviesa la Argentina puso en jaque al Gobierno de Mauricio Macri e "inspiró" a los distintos sectores políticos a buscar la receta que saque al país de la situación complicada en la que se encuentra. Así fue como en abril, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, presentó sus diez compromisos centrales si llega a la presidencia, que los acompañó con propuestas para consensuar con la oposición.
Apenas unas semanas más tarde, el Gobierno lo emuló y elaboró diez puntos para pactar con el peronismo de cara a las elecciones. Como respuesta a esa iniciativa, el precandidato presidencial Roberto Lavagna lanzó un documento en el que expone los principales desafíos de la Argentina en todos los ámbitos. Massa, por su parte, respondió que también se debía incluir en esta propuesta a Cristina, a quien calificó como la “líder de la oposición”.
El timing de todas estas propuestas no es casual. En menos de un mes y medio vence el plazo para la presentación de candidaturas para las elecciones de octubre.
“El programa de Macri es claramente un decálogo al antikirchnerismo"
El asesor y consultor político Raúl Aragón diferenció en diálogo con PERFIL las tres propuestas: “Los puntos de Massa, son más descriptivos que propositivos, es un compromiso a futuro de todo el arco político. Macri propone una lista de políticas de estado a la cuales todos se comprometen a llevar adelante independientemente de quien gane las elecciones. Finalmente, Lavagna elaboró un plan más económico en el que indica la necesidad de una reunión de equipos técnicos que elaboren un programa de consenso”.
Por su parte, el politólogo y director de Synopsis Consultores, Lucas Romero, señaló: “El programa de Macri es claramente un decálogo al antikirchnerismo. Son todos argumentos en contra de lo que en algún punto caracterizó el proceso kirchnerista. Lo que se mencionan son todas las críticas que se le hicieron a Cristina. Por eso es muy razonable y lógico que no se la convocara en un primer momento a ella. A eso Lavagna responde con su punto fuerte y en la que el oficialismo falló que es la economía. Massa fue el disparador con una serie de compromisos bastante económicos tratando de aprovechar la devenida del Gobierno y lo que hace después del anuncio es plantear que se convoque a toda la oposición, incluida CFK”.
Pero, ¿qué hay detrás de estas propuestas? Romero afirmó que el principal objetivo de todos los participantes es electoral: “Son actores que están tratando de incidir en esta etapa en la conformación de los frentes electorales, porque lo que estamos viendo es un proceso de puja en donde cada uno de los actores intenta incidir en cómo va a quedar configurada la oferta electoral, que no la teníamos definida”.
- Mauricio Macri
El Gobierno tiene dos objetivos con su plan de diez puntos: dar un mensaje a los mercados internacionales y además debilitar al peronismo no kirchnerista.
“La intencionalidad del Gobierno es sacar un documento para tranquilizar a los mercados, con un dólar que no para de subir. Podría frenarse esta corrida con una imagen de mayor confianza al lograr un consenso en el que se incluya el pago de los compromisos de deuda con el FMI”, explicó Romero.
"Macri necesita a Cristina enfrente tanto como ella lo necesita a él y ambos trabajan para que en el centro no se constituya una alternativa política porque esa postura le gana a cualquiera de los dos"
“Lo que el Gobierno está tratando de mostrar es un escenario en el que la gente interprete que las opciones electorales que hay sobre la mesa son antikirchnerismo y kirchnerismo, el más favorable para sus expectativas electorales. Macri necesita a Cristina enfrente tanto como ella lo necesita a él y ambos trabajan para que en el centro no se constituya una alternativa política porque esa postura le gana a cualquiera de los dos. Lo único que le puede garantizar un triunfo electoral al macrismo es la mayoría que tiene sentimientos refractarios a la figura de CFK en mayor o menor medida, y por eso trabajará este escenario de confrontación”, completó Aragón.
Además, Macri persigue destacar su postura dialoguista para reconquistar al electorado decepcionado, como también lo hizo con las diferentes medidas económicas que anunciaron los ministros de Hacienda Nicolás Dujovne y de Producción, Dante Sica.
- Sergio Massa y Roberto Lavagna
Para Romero, la oposición, materializada en este caso en Lavagna y Massa, sostienen de forma sistemática que Cambiemos no tiene un rumbo económico y “lo que piden precisamente es un plan económico consensuado con todas fuerzas”. Es decir, quieren poner de manifiesto uno de los puntos débiles de esta gestión.
Aragón enfatizó que el tigrense y el ex ministro de Economía intentaron responder a sus intereses particulares: “Massa le dijo que hay que convocar a Cristina para enamorar a los votantes kirchneristas y Lavagna da una respuesta reclamando un rumbo económico para no mostrar que reniega del diálogo”.
El planteamiento del Gobierno puso a ambos dirigentes opositores en la disyuntiva de rechazar un acuerdo y arriesgarse a dar una imagen al electorado de que dejan primar sus intereses políticos a resolver los problemas de la gente. Por otro lado, la Casa Rosada aprovechó la desarticulación de acciones del centro para afianzarse.
“El centro tiene una debilidad que es que no está articulando acciones. Al responder por separado, atentan contra la confirmación de ese término medio, que es lo que el gobierno quiere. La Casa Rosada encontró en este contexto de una buena recepción de la opinión pública de su apertura al diálogo. Este cambio y la flexibilidad frente a esta situación de crisis podría darle alguna retribución positiva. Puede ser un indicador de algunas mejoras que estamos viendo”, reveló el director de Synopsis.
Políticas de estado, ¿una utopía inalcanzable?
Pese a la voluntad de consenso existente entre los distintos sectores políticos, la posibilidad de que finalmente se materialicen en políticas de estado es menor a la que se podría esperar, según los analistas.
“A un mes y medio de oficializar las candidaturas se trata de un minué entre actores, posicionándose de cara al proceso electoral. No es tiempo en el que los políticos puedan llegar a un consenso para debatir una gobernabilidad futura, creo que hay una intencionalidad electoral”, sostuvo el director de Synopsis.
En ese sentido, Romero consideró que los antecedentes de la historia argentina no impulsan al optimismo. “En ese contexto, a poco de que se oficialicen la candidaturas, eso me hace ser aún más pesimista. Creo que están tratando de buscar la ventaja electoral y difícilmente veo que se pueda lograr algún consenso concreto cuando estamos a poco tiempo de votar”, concluyó.
"La única forma en la que esto salga como política de estado es que estén todos dispuestos a sacrificar y hacer concesiones”
Aragón consideró: “Es posible, no sé cuánto de probable porque las diferencias son muy grandes. El Gobierno deslizó dos puntos muy conflictivos como son la reforma previsional y la laboral que en el curso del año tendrían que votarse favorablemente con la oposición en el Congreso y el peronismo está en contra de estas iniciativas. La única forma en la que esto salga como política de estado es que estén todos dispuestos a sacrificar y hacer concesiones”.
“Las únicas políticas de estado que tenemos constantes es la neutralidad argentina en conflictos entre dos países y el reclamo sobre Malvinas, pero no las tenemos en términos financieros. No sé si vamos a tenerlas. En estos 36 años de democracia ha ido madurando lentamente la dirigencia política y hay una conciencia de que este Gobierno nos ha llevado a una situación económica de extrema fragilidad. Más allá de ganar la elecciones, necesitan ofrecer garantías a los argentinos y están tomando conciencia de que no se puede seguir así”, finalizó.
BD FeL