Sociólogo. Analista político. En Twitter: @rrouvier
Tan profundas son las diferencias entre Daniel Scioli y el kichnerismo, como profunda es la voluntad del vicepresidente en mantenerse en donde está. Las diferencias estuvieron desde el inicio; el cálculo que se hizo para completar el binomio encabezado por Néstor Kirchner, se basó solamente en los votos populares que sumaba una figura conocida e instalada como la de Scioli.
Las diferencias entre el Presidente y el vice son abismales y van desde lo ideológico hasta las preferencias culturales. Puede adivinarse que Scioli y los Kirchner leen libros diferentes, ven películas distintas y sobre todo, tienen historias particulares que hasta pueden contraponerse.
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Por otro lado, a la pareja presidencial los insufla el fuego de la militancia, mientras que a Scioli lo sostiene una intensa y exitosa vida deportiva y empresaria.
Sin embargo, el lugar que ocupa Scioli es clave, en primer lugar por ser el escalón contiguo al P.E. y segundo, por la futura oferta política del oficialismo en la Ciudad, en donde el vice es uno de los candidatos con posibilidades, justamente en un distrito en donde el kircherismo hizo agua en las últimas elecciones y el espacio fragmentado del progresismo favorece las posibilidades de un opositor como Macri.
Scioli considera que es el mejor candidato a jefe de Gobierno y el kirchnerismo piensa que es mejor buscar a otro. Si se tensa mucho la cuerda se puede provocar, en un momento inoportuno, otro problema institucional.
