POLITICA

La Cámpora pierde poder y queda afuera de los planes de 2015

A 50 días de las elecciones, varios funcionarios anticipan el desplazamiento dentro del "círculo rojo" del kirchnerismo. "Pecaron de soberbia". Galería de fotos

Respaldo. La agrupación juvenil, criticada por muchos funcionarios, tiene el apoyo de la Presidenta.
|

Es cierto que todavía faltan dos años para las elecciones presidenciales y los vaivenes de la política son impredecibles. Pero la realidad es que en ninguno de los proyectos políticos “de peso” para 2015, que comenzaron a tomar cuerpo tras las primarias, hay lugar para La Cámpora, muy cuestionada dentro y fuera del Gobierno. Su futuro está en riesgo.

A cincuenta días de las elecciones de octubre, varios funcionarios del gobierno nacional comienzan a anticipar que uno de los desplazamientos más fuertes se dará dentro del “círculo rojo” del kirchnerismo: La Cámpora irá perdiendo poder.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La agrupación juvenil preferida de la Presidenta empieza a ser vista por los propios dirigentes K como “la gran perdedora” en el escenario que viene. “Su ciclo está terminado porque, si bien al principio, cuando estaba Néstor, ellos sirvieron para la transversalidad, pecaron de soberbia y no van a poder ocupar los cargos que tienen hoy”, refleja un funcionario del gobierno nacional, con despacho en la Casa Rosada.

Y son cada vez más los dirigentes que vislumbran que dentro del armado de los principales jugadores del post kirchnerismo, la organización juvenil quedará postergada. “Si Daniel Scioli lograra ser el continuador del modelo, va a necesitar el apoyo de gobernadores e intendentes, que pondrán a su propia tropa, no le van a dar lugares a La Cámpora”, anticipan desde un despacho de la Rosada.

Es entendible, porque además de los cuestionamientos dentro del Gobierno hacia la agrupación –los últimos ejemplos son la avanzada contra LAN de Mariano Recalde, titular de Aerolíneas, o la imposibilidad de Juan Cabandié de hacer despegar al kirchnerismo porteño–, los jóvenes preferidos de Cristina tienen poco respaldo entre gobernadores peronistas y barones del Conurbano. Los dos últimos, vitales en una interna justicialista en la que podría participar Scioli hacia 2015.

Un senador provincial que conoce por dentro al sciolismo aclara: “Cuando termine este ciclo, el 11 de diciembre de 2015, La Cámpora va a dejar de existir”, dispara e ironiza: “Creo que tiene más chances Carta Abierta, porque por lo menos tienen contenido”.

Otro funcionario de la administración nacional, que trabaja codo a codo con un ministro K, responde en la misma línea, aunque más moderado: “Es cierto que en un escenario poskirchnerista van a tener menos peso en las decisiones y perderán la centralidad, pero no van a desaparecer”.

Varios dirigentes de la organización que responde a Máximo Kirchner reconocen sentir “aversión” por Sergio Massa, otro de los candidatos con chances reales en las próximas presidenciales. Los intendentes massistas repiten con dureza: “La Cámpora no es una organización política, es una agencia de empleo que termina con el kirchnerismo”. Análoga definición arrojan en el macrismo, otro espacio con proyección, aunque menor, hacia 2015.