El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, el máximo órgano judicial porteño, fallará en los próximos días a favor de Jorge Macri, el precandidato del PRO a jefe de Gobierno, tras la impugnación de su postulación por parte de la oposición.
Los denunciantes –Juan Pablo Chiesa, Vanina Biasi y Nito Artaza– plantearon ante la Justicia que no cumple con los requisitos para ser candidato en lo que refiere a su domicilio y residencia.
Esta semana la Justicia Electoral ya rechazó, en un fallo unánime, el cuestionamiento y planteó que la candidatura cumplía con la Constitución porteña.
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Jorge Macri nació en Tandil –como su primo el expresidente–, pero pasó tres cuartas partes de su vida en la Ciudad con su familia. Según explican en su entorno siempre tuvo domicilio en la Capital Federal, incluso siendo intendente de Vicente López. En los cuatro años en los que gobernó María Eugenia Vidal la Provincia trabajaba en el edificio céntrico del Banco Provincia, donde tenía su oficina en el octavo piso de la calle San Martín. “Hace más de un año y medio que soy ministro de Gobierno porteño, renuncié a la municipalidad y viví 41 años en esta Ciudad”, explicó esta semana.
En este contexto, los denunciantes apelaron y el tema será tratado por el TSJ. En los conteos previos en el PRO afirman que el fallo a favor de Jorge Macri podría ser, o bien unánime, o bien cuatro a uno.
Con ese dictamen solo restaría esperar si la Corte Suprema de Justicia toma el caso, como hizo en Tucumán con Juan Manzur o en San Juan con Sergio Uñac. Los demandantes ya apelaron a la Corte, quien le pidió opinión al Procurador General Eduardo Casal, quien ayer planteó que el debate sobre si el postulante cumple o no los requisitos debe ser analizado primero por la Justicia porteña. Se desconoce aún qué posición tendrán los supremos. De todas maneras tanto en el caso Manzur como el de Uñac, el Máximo Tribunal planteó la necesidad de “alternancia” y la chance de ir por una re-re-reelección. No hay antecedentes de fallos por una cuestión de domicilio. Podría ser el primero si se expide. El otro camino, como planteó Casal, es dejarlo en manos de la Justicia de la Ciudad.
