POLITICA
¿cambios politicos?

La mitad del gabinete de Macri no está afiliado a ningún partido

Son trece de los 28 funcionarios principales. No sólo se trata de los ‘CEOs’, sino también de otros con antecedentes en la política.

Macri se trasladó a la provincia de Santiago del Estero donde encabezó una reunión de gabinete ampliado junto a la mandataria provincial, Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
| Presidencia

La mitad de los principales funcionarios del gabinete de Mauricio Macri no está afiliado a ningún partido político. Ni al PRO, ni a la Unión Cívica Radical, ni a la Coalición Cívica, los tres espacios que fundaron la alianza Cambiemos. Tampoco al PJ o a la UCeDé. Y menos aún al Partido Obrero. Se trata de 13 de los principales funcionarios del país, que dejan en evidencia que algo cambió en la política argentina.

Es un dato que no llamaría la atención de tratarse solamente de aquellos que recién se sumaron a la política desde el sector privado, pero también incluye a otros que vienen hace años formando parte de la agrupación política macrista.

Rogelio Frigerio es un ejemplo. Ministro del Interior, uno de los exponentes de la pata “política” del gabinete de Macri (que se contrapone a los “tecnócratas”), y de antecedentes familiares íntimamente ligados a los partidos políticos. Sin embargo, en los registros oficiales, que abrió la Cámara Nacional Electoral recientemente, su número de documento no figura afiliado a ningún partido político. En su entorno se sorprendieron por la información. Cuentan que estuvo afiliado al PJ en el pasado, pero que ahora se sumó al PRO.

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Otro caso es el de Hernán Lombardi, el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. De pasado radical (fue secretario de Turismo en el gobierno de De la Rúa), en 2003 fue candidato a gobernador bonaerense por el partido Recrear (de López Murphy) y en 2007 asumió como ministro de Macri en la Ciudad. “Es otro concepto de partido”, explican cerca de Lombardi, quien cree que hay que pensar una reforma política amplia “para sanear el sistema político y consolidar un proceso de confianza con los ciudadanos”.

A Andrés Ibarra ya no se lo puede catalogar como parte de los CEOs en política. En 2007 se incorporó a la gestión pública, y en 2013 llegó a ser parte del comité de campaña del PRO. Pero el ministro de Modernización tampoco está afiliado.

Similar es el caso de Alejandro Finocchiaro, flamante ministro de Educación. Es funcionario del PRO desde 2011.

Otro caso es el de Germán Garavano, ministro de Justicia. Desde 2007 fue fiscal general de la Ciudad, y recién en 2015 asumió como ministro de Justicia nacional. Pero ya venía vinculado políticamente al PRO.

El actual jefe del espionaje, Gustavo Arribas, tampoco figura afiliado a un partido político. Ni siquiera al PRO, que fue fundado por su amigo Macri, en 2005 (primero con el nombre Compromiso por el Cambio).

Donde no hay tanta sorpresa es en los empresarios que se sumaron al gabinete: Juan José Aranguren (Energía), Mario Quintana y Gustavo Lopetegui (vicejefes de Gabinete). Ninguno afiliado. Tampoco lo están Nicolás Dujovne (Hacienda) ni Luis “Toto” Caputo (Finanzas).

Un caso especial es el de Lino Barañao (Ciencia), que fue ministro de Cristina Kirchner y ahora de Macri. En el gabinete cristinista, los otros no afiliados eran Héctor Timerman, Debora Giorgi, Alberto Sileoni y Carlos Casamiquela.