En un editorial, escrito por Evan Osnos, de la prestigiosa revista estadounidense The New Yorker, se realiza un balance de la visita de la presidenta Cristina Kirchner a China. Además hace un repaso de sus comportamientos en las reuniones diplomáticas y de cómo trató la muerte del fiscal Alberto Nisman.
En referencia al chiste de Cristina sobre el acento chino del otro día, Osnos ironiza que “se las arregló para insultar a un quinto de la humanidad en menos de 140 caracteres”. Luego agregó que en su tweet la mandataria dice “aloz y petlóleo” como si estuviera hablando con una caricatura de un chino. “Ella tal vez está acostumbrada a un ambiente más permisivo; su mano derecha y confidente, Carlos Zannini, es apodado 'El chino'”, bromeó el autor de la nota.
“Parece haber avanzado en lo que aparenta ser una campaña para convertirse en la mandataria más excentrica del hemisferio occidental”, continuó el texto. Y citó una frase escrita en un editorial de la misma revista el mes pasado, en el que Jon Lee Anderson, dice que la vida de los mandatarios argentinos es una mezcla de “tragedia girega y ópera bufa”.
Sobre la muerte de Nisman, Osnos hizo hincapié en el cambio de postura que tuvo la Presidenta de un día para otro. “Primero sugirió, luego renunció, a la idea de que Nisman había cometido suicidio, y sus niveles de aprobación bajaron hasta los veintis”, escribió sobre el caso.
El editorial recuerda un cable filtrado en el 2010 en el que sale a la luz que funcionarios diplomáticos se encontraban preocupados por el estado de salud mental de Cristina.
“En los últimos tiempos se ha convertido en un chiste habitual en los ambientes de negocios decir que el país se convirtió en 'Argenzuela'”, comentó Osnos, y luego agregó: “El comportamiento disfuncional de Kirchner dibujó un limite de atención en las audiencias. Pero mes a mes, discurso seguido de un discurso más embarazoso, se ha ido convirtiendo en una (Hugo) Chávez argentina, que pone la construcción de poder antes que al país, confunde teorías conspirativas con políticas y se refiere a la economía y la diplomacia como un "inconveniente". Mucho antes de que el asesinato(sic) del fiscal pusieran el (mal) juicio de Kirchner en las noticias, ella se ha mostrado capaz de tomar pobres decisiones”.
Para finalizar, el editorial concluye que, a pesar de sus diferencias, algo tienen en común Barak Obama y su par chino, Xi Jimping: el hastío que ambos mandatarios manifestaron ante la locuacidad de la Presidenta.
Más de 1.000 asistentes al evento… ¿Serán todos de “La Cámpola” y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo? …
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) February 4, 2015