Una veintena de ex funcionarios y personajes claves de la gestión kirchnerista pasarán esta Navidad tras las rejas. Algunos, como Ricardo Jaime, Lázaro Báez y José López ya tienen experiencia: hace más de un año que están presos. Pero 2017 –especialmente después de las elecciones– disparó una seguidilla de detenciones para figuras protagónicas de la década kirchnerista, como Julio De Vido, Amado Boudou, Carlos Zannini o Luis D’Elía. Fue tal la catarata de detenciones que llegó a preocupar a las autoridades penitenciarias: hubo que organizar el espacio para albergarlos, bajo el programa IRIC, creado para que guardiacárceles no cedan a la tentación de posibles sobornos. Autoridades y defensores coinciden en que no hay privilegios para nadie. “Si siguen así, van a tener que largar a delincuentes peligrosos para poder seguir metiendo presos K”, dijo a PERFIL con enojo la hija de uno de los detenidos.
Ezeiza. En el penal de Ezeiza hay cuatro pabellones en el módulo 6 para presos del sistema IRIC. Allí fueron a parar los primeros detenidos, como Jaime, Báez y López. Los últimos en llegar, esta semana, fueron Cristóbal López y Carlos Kirchner, el primo de Néstor, que ayer pasó amargamente su cumpleaños 64.
Jaime y López ya están integrados al sistema penitenciario: mientras el ex secretario de Transporte insiste en planteos al SPF, el ex encargado de la obra pública guarda una conducta ejemplar y hace cursos de literatura, canto y confección de bolsas. Sigue mirando El Zorro por El Trece todos los mediodías, lee sus causas penales y quiere estudiar Derecho. Sus familiares no suelen visitarlo después de un año y medio tras las rejas.
En un segundo pabellón está Amado Boudou, enojado por estas horas con el juez Ariel Lijo luego de que el viernes le rechazaran la excarcelación y le bajó una prisión preventiva por truchar viáticos. “Le hicieron la gran De Vido”, dijo su entorno. Mientras en los fallos le hablan de espacios de poder, el ex vicepresidente hacía rato que no se trataba con nadie de la política y solo le interesa estar con su mujer embarazada de mellizos, que ayer lo visitó.
En un tercer sector, están juntos el amigo de Boudou José María Núñez Carmona y el ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, a quien su familia lo visitó el jueves. Con una Constitución, una Biblia y un rosario en su celda, Zannini es optimista luego de que la Cámara Federal derribara la acusación de traición a la patria por el memorándum con Irán. El juez Claudio Bonadio le negó el viernes la excarcelación pero su defensa apelará. “Si se manejan por el Código Procesal Penal, lo tienen que liberar”, dijo a PERFIL su abogado.
Marcos Paz. En tanto, en la cárcel de Marcos Paz, los presos famosos se reparten en el pabellón 7. En el módulo 5, está el ex ministro Julio De Vido, quien comparte sus días con uno de los hermanos Juliá, un acusado de la banda del Pata Medina y un empresario sospechado por lavado. Con la excarcelación del mánager de modelos Leandro Santos, De Vido perdió a quien se había convertido en una suerte de personal trainer durante los primeros días tras las rejas.
Según pudo saber PERFIL, además de escribir cartas, lee diarios y novelas de Stephen King. Y extraña no poder ver los partidos de Boca ahora que se acabó la gratuidad de Fútbol para Todos. En la TV del salón común solo se pueden ver algunos canales de aire. Cuando se enteró de las detenciones por el memorándum, preguntó si a alguno lo iban a mandar a su sector. No llegó nadie. Su familia lo visita todas las semanas pero el jueves fue la primera vez que los pudo ver a todos juntos: dejaron entrar a hombres y mujeres a la vez en un horario extendido porque mañana no habrá visitas. Con el alcohol vedado, sobraron abrazos y los deseos de una pronta salida. Justo en Navidad, cumple dos meses preso.
En el otro módulo, se reúnen otros presos K: la mano derecha de De Vido, Roberto Baratta, está alojado junto a Claudio “Mono” Minnicelli, el cuñado del ex ministro detenido por la mafia de los contenedores. También está Víctor Manzanares, el contador histórico de la familia Kirchner procesado en la causa Los Sauces y quien habló del “liquid paper” en los libros de Hotesur.
Otro integrante del pabellón es el Caballo Suárez, uno de los más deprimidos. El narcotraficante Marcos Estrada muchas veces lo ayuda a vestirse y asearse por las dificultades que tiene el gremialista del SOMU para moverse, confiaron a PERFIL fuentes del caso. El jueves de la visita navideña, se angustió cuando vio a los otros presos con sus hijos y les pidió a sus allegados que se fueran. Desde su arresto, nunca pudo reencontrarse con sus hijas menores, de 15 y 4 años.
Esta semana se sumó a la lista de Marcos Paz el empresario del grupo Indalo Fabián De Sousa. En distintos pabellones quedaron arrestados por el memorándum con Irán el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y Luis D’Elía. Allegados al piquetero contaron este diario que D’Elía está con cincuenta detenidos comunes, sin televisión ni radio. Más de la mitad de ellos se reúne por las tardes y le pide a D’Elía que hable. El piquetero siente el respaldo de su gente, pero los días no le están siendo fáciles, añadieron.