Martín Lousteau consiguió esta semana dar el primer paso para pelear por la presidencia del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.
En la Ciudad de Buenos Aires se acordó una lista de unidad entre todos los sectores internos para delegados al comité que va a encabezar el senador, lo que lo pone en la grilla de largada entre los candidatos para liderar el partido. Sin embargo, quienes siguen de cerca el famoso poroteo aseguran que todavía no le dan los votos y que Gerardo Morales sigue siendo el favorito en la pelea interna.
Las negociaciones cruzadas prometen acelerarse después de que pasen las elecciones de este domingo y que cada sector busque instalar las lecturas más beneficiosas. Con un agregado que cada vez condiciona más las definiciones: el factor Facundo Manes revolucionó la vida interna del centenario partido. “En el interior ahora la foto es con Manes”, razonan. “Y hoy Manes es Morales”, agregan.
Enrique “Coti” Nosiglia, Daniel “Tano” Angelici, Emiliano Yacobitti y Jesús Rodríguez, principales referentes de cada sector de la UCR porteña llegaron a un acuerdo para evitar una segunda elección interna en menos de un año y consensuar una lista de unidad de los delegados al comité nacional y de convencionales nacionales, los órganos partidarios más importantes.
Alfredo Cornejo termina su mandato como titular del Comité Nacional en diciembre. Los candidatos a sucederlo salen de todos los delegados que manda cada provincia (cuatro cada una). Lousteau será por primera vez delegado en representación de la Ciudad, y así quedará habilitado para competir por ese puesto. En la lista de unidad que se acordó este lunes lo siguen María Fernanda Mollard, Angelici (los dos del espacio del ex presidente de Boca Juniors) y María Cristina Geninnazzi (comunera de Caballito, del sector de Yacobitti).
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Pero para llegar a ese sillón necesitará de apoyos que hoy todavía no tiene garantizados. “El punteo está parejo”, dicen en el sector de Lousteau. “Hubo unidad porque ya hay acuerdo para que el presidente sea Morales”, replican desde el bando opuesto. Sin embargo, otro nombre suma fuerza de manera todavía tibia: Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, viene dando señales de querer jugar a nivel nacional. Aliado de Morales, hay quienes lo ven con intenciones de independizarse (algo que también hizo este año a nivel provincial con Ricardo Colombi).
Cerca de Lousteau, de todas formas, reconocen que el objetivo de fondo es tener la mayoría propia en la Convención Nacional, que es donde se terminan definiendo los esquemas de alianzas y estrategias electorales del partido. La competencia en las PASO, el armado de listas 100% radicales o el aval para hacer alianzas cruzadas, son todas cuestiones que se terminan definiendo en ese órgano.
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En un esquema donde Lousteau se muestra cada vez más en sintonía con Horacio Rodríguez Larreta, donde Morales se tira flores con Patricia Bullrich y donde Manes se anota también como presidenciable, la Convención promete tener un rol clave, como lo tuvo la reunión de Gualeguaychú en 2015 para definir el armado de Cambiemos.
La lista de unidad porteña con 28 convencionales nacionales será encabezada por Hernán Rossi e integra a 5 representantes del espacio de Jesús Rodríguez, enfrentado históricamente a la conducción nosiglista, algo que lo llevó a armar lista propia en las PASO con Adolfo Rubinstein a la cabeza (sacó el 4%). Entre los nombres se destaca el de Ricardo Gil Lavedra, a quien lo impulsan para presidir la Convención Nacional.
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Al firmar la lista, que no es un detalle menor que se llama "Construyendo 2023", los convencionales y delegados firmaron un documento en el que se comprometen a defender una serie de puntos, entre los que se destacan que los legisladores reciban la instrucción de votar en contra de cualquier intento de derogar o suspender las PASO y que el partido proponga a sus socios de JxC que cualquier precandidato a presidente debe aceptar que se le adosen listas de otros partidos. Este último punto, por ejemplo, sería clave para Lousteau si quiere ser candidato a jefe de Gobierno porteño y poder ir pegado a Rodríguez Larreta aunque el PRO tenga otro candidato en la Ciudad.
El objetivo central de los radicales está puesto en las elecciones del domingo. Pero apenas terminen de contarse los votos concentrarán sus cañones en las discusiones internas por los espacios de poder: el Comité Nacional y los bloques de senadores y diputados. Y desde allí, empezarán a construir su 2023.