Fue una semana netamente política para Mauricio Macri. Desde que reabrió sus oficinas en Avenida Libertador, en Olivos, el ex presidente comenzó a incrementar sus reuniones con dirigentes de Juntos por el Cambio de la Provincia de Buenos Aires.
El fin de semana pasado PERFIL había anticipado que los martes el ex jefe de Estado se había reservado un lugar para recibir a los “sin tierra”, los ex candidatos a intendente de Cambiemos en 2019 y referentes territoriales bonaerenses de la oposición en los distritos que no gobierna JxC. A ellos, se sumaron los intendentes de la Provincia, a quienes también comenzó a recibir de manera frecuente.
De hecho, ayer mismo recibió a un grupo reducido de intendentes: Mariano Barroso de 9 de Julio, Javier Martínez de Pergamino y Pablo Petrecca de Junín. Los tres coinciden en su cercanía a Jorge Macri, de Vicente López y titular del PRO bonaerense.
En este marco, allí, el ex presidente les planteó que está “convencido” que el frente opositor volverá a gobernar en 2023. Les habló de hacer “cambios necesarios”, habló de sus “errores” en lo económico por haber generado “una expectativa muy alta” que no pudo cumplir y expresó que no tiene deseos de ser candidato el año que viene “para buscar fueros”.
En este sentido, destacó la figura del radical Alfredo Cornejo, le solicitó a los intendentes “apoyar mucho” a María Eugenia Vidal y elogió a Horacio Rodríguez Larreta como “gestor”, aunque les dijo que la pandemia lo subió al ring “antes de tiempo”. Como viene apuntando, también les manifestó que era clave sostener la unidad en JxC.
En otro tramo de la charla, les planteó su temor al futuro, en especial a las reacciones de la vicepresidenta. “Cristina tiene mucho que perder con sus causas judiciales. Veo que es un partido de vida o muerte para ella. Y eso es peligroso para la democracia y las instituciones”, les dijo a los intendentes.
Reuniones bonaerenses
Los encuentros comenzaron hace dos semanas y martes pasado al mediodía, pasadas las 12.15, hubo una nueva cumbre. Quien los acerca es el diputado vidalista Alex Campbell, quien diagramó grupos de cuatro o cinco dirigentes. Suele sumarse Darío Nieto, el ex secretario privado de Macri, quien ya se sienta pensando en una posible candidatura el año que viene. Todo dependerá del avance, o no, de sus causas judiciales.
Entre los “sin tierra” que estuvieron el martes vez estuvieron el ex intendente de Quilmes, Martiniano Molina, uno de los que más habló, Leandro Costa (Escobar) y Santiago Mac Goey (Cañuelas), entre otros.
Allí, Macri hizo especial hincapié en seguir trabajando la unidad de Juntos por el Cambio. “Hay que prepararse para las elecciones del año que viene que van a ser difíciles”, les manifestó. También insistió con ser “amplios” y hasta agregó que había que salir a buscar a un sector del PJ que es fuerte en el conurbano pero que no comulga con el Frente de Todos. “Me refiero al peronismo que no fue secuestrado por el kirchnerismo”, les expresó.
También se habló de las internas, de los cambios en la ley electoral y la chance de que no haya primarias el año que viene. “Esto va a estar cada vez peor, es necesario ganar”, les dijo el ex presidente.
Más temprano, cerca de las 11, ese mismo martes Macri recibió a Julio Garro, el intendente de La Plata. Durante una hora, y de manera distendida, dialogaron sobre la coyuntura local y el futuro del PRO. “Tenemos que volver a generar confianza, hoy la gente no la tiene”, le planteó Macri al intendente. “No sólo es lo económico, son las decisiones como defender o no la propiedad privada o la reforma judicial”, le respondió Garro. Sobre el final, se coló el fútbol: hubo chistes y comentarios sobre Boca, la pasión de siempre del ex presidente.