El martes, cuando llegaba a Olavarría, José Luis Espert fue abordado rápidamente por su compañero de lista, Diego Santilli. En tono amable, pero preocupado, el Colorado, quien va tercero en la boleta, le dijo que lo mejor era que salga a aclarar “cuanto antes” la noticia que lo vinculaba con un líder narco y le pidió, encarecidamente, “andá a los medios a explicar”. Espert respondió afirmativamente: “Voy a ir”, dijo. La secuencia histórica indica que estuvo en A24 con explicaciones poco convincentes, no pudo negar su vínculo y menos aún si había recibido 200 mil dólares del empresario Fred Machado.
A partir de allí los principales referentes del PRO, desde los más cercanos hasta los más distantes, tuvieron una posición común: lo mejor era que deje su lugar para no teñir más la campaña de polémicas y denuncias contra el legislador libertario.
Incluso el propio Mauricio Macri, cuando el viernes pasó por la quinta de Olivos, dejó su reflexión al respecto. El expresidente piensa que, dados el contexto y las distintas versiones que dio Espert, lo ideal es que se baje de su candidatura. Cree que tiñe la campaña, que pone a la defensiva al oficialismo y que, en definitiva, dado que además es la provincia de Buenos Aires, esto afectaría el desempeño total de LLA y el resultado final a nivel nacional.
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El presidente Milei insistió, en la charla reservada del viernes por la tarde, en que era una operación de Juan Grabois y el kirchnerismo, y que no había que soltarle la mano. Pero, según fuentes libertarias, tanto Karina Milei como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tienen una mirada muy similar a la de Macri. Y lo dejaron claro.
Con todo, el expresidente dejó su consejo: mejor hacerlo a un lado cuando faltan aún más de veinte días para las elecciones y no hay clima electoral.
Pero no fue el único: otros jugadores del PRO, como el jefe del bloque amarillo, Cristian Ritondo, también mostraron su desagrado porque Espert siga siendo candidato. Es más: entre los suyos Ritondo repite que está muy complicado el diputado para seguir al frente de la Comisión de Presupuesto (justo cuando ingresó la Ley de Leyes en septiembre) e incluso, piensa, peligra su banca.
Tanto Santilli como Ritondo, además de ser amigos hace más de 25 años, tienen otro eje temático que los une: estuvieron a cargo de las carteras de Seguridad de la Ciudad y de la Provincia respectivamente. “Yo me encargué de bajar las tres bandas narco más importantes de la Ciudad”, suele destacar el Colorado. Por su lado, haber derribado más de cien búnkeres de droga es uno de los activos que suele mencionar el jefe del bloque del PRO.

Todos estos pergaminos contrastan con el relato de campaña vinculando a Espert con un empresario acusado de narcotráfico. “Que siga debilita al Presidente, las explicaciones que dio no convencieron a nadie, va a ser muy difícil hacer campaña así”, desliza un dirigente del PRO que, hasta el viernes a la noche, aseguraba que todo se encaminaba para que el diputado se baje de su candidatura y se encarrile la campaña.
Todo esto, además, se da en el marco de las últimas reuniones entre Milei y Macri. Además del tema coyuntural, surgieron otros temas de mediano plazo vinculados a la gobernabilidad, a la gestión y al futuro en el Congreso de las reformas que pretende el jefe de Estado.
Ya en las últimas dos reuniones que habían tenido, hace más de un año, el expresidente había acercado un listado de entre 20 y 25 funcionarios técnicos, segundas y terceras líneas, para colaborar en la gestión y, acaso, mejorarla. Si hay algo que viene siendo motivo de preocupación para Macri es el ritmo de gestión, en especial vinculado a privatizaciones y licitaciones demoradas. Este tema ya se había colado en la charla con Francos el domingo pasado. Por ello surgió la idea de reforzar la gestión post 26 de octubre. Acaso por ello la presencia de Karina Milei en este encuentro.
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Por otro lado, también se le pidió ayuda concreta en el Congreso con su bloque amarillo para encarar las tres reformas que tiene en mente Milei: la impositiva, la previsional y la laboral. Repetir el esquema de poder de 2024. Ya para fines de ese año en el PRO sintieron, casi de manera generalizada, un destrato –por no decir maltrato– de parte de LLA.
Con todo, el expresidente escuchó de boca de Francos que “hay que retomar la senda de un acuerdo real e institucional” con Macri y el PRO. El jefe de Gabinete volvió a ser clave para el reencuentro.
Con todo, el expresidente no hará campaña –quizás algún tuit esporádico de apoyo– y volverá a reencontrarse con Milei antes de fin de año para analizar la letra chica de este acuerdo de gobernabilidad.