La reclamada mesa política para marcar el rumbo de la gestión nunca llegó a conformarse, pero Alberto Fernández empieza a mostrarse dispuesto a convocar a una mesa en la que se discuta la estrategia electoral para pelear 2023. Pone sus tiempos y asegura que recién el debate por las candidaturas debería comenzar entre marzo y abril, pero advierte algo más: quienes sean candidatos no podrán seguir siendo ministros.
Mientras los principales socios pedían un lugar de debate de la gestión, el Presidente repetía que esto significaría una “intervención” de su gobierno, por lo que esta mesa política en la que debían estar sentados todos los sectores del Frente de Todos nunca llegó a conformarse. Lo que sí acepta Alberto Fernández es abrir un espacio para discutir la estrategia electoral.
Desde el kirchnerismo creen que en febrero deben estar los distintos actores reunidos, pero es ahí cuando vuelven las diferencias: el jefe de Estado cree que la discusión por la candidatura debe comenzar meses después. Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires sí funcionará la mesa de discusión electoral que supo funcionar años anteriores. Por ahora, en este territorio no hay sentado ningún representante del Presidente pero sí los hay de Cristina Kirchner y Sergio Massa.
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El jefe de Estado está convencido de que el Frente de Todos puede ganar la elección y apela a sondeos en los que aseguran que desde hace cuatro meses hubo un punto de inflexión. La imagen negativa dejó de crecer y, por el contrario, asegura que la gestión comienza a recuperar confianza. Para el jefe de Estado no hay dudas sobre el futuro del Frente de Todos: seguirá unido. Y va más allá cuando analiza que su figura fue clave para que la alianza no se rompa cuando en los momentos más hostiles con el kirchnerismo decidió no responder.
Ya no habla de su candidatura. Está dispuesto a correrse si hay un dirigente con más chances y que logre una candidatura de consenso. Aunque prefiere una competencia interna con varios candidatos, hoy ese nombre parece ser el de Sergio Massa. “Mi primera preocupación es que el Frente de Todos gane las elecciones, no es mi reelección”, dijo esta semana en una entrevista en C5N. Y agregó: “Estamos absolutamente competitivos. No estamos con la misma fortaleza que en 2019, es verdad, pero yo estoy seguro de que ningún pueblo se suicida repitiendo su historia”.
Candidatos out. En julio de 2019 Alberto Fernández anunció que los funcionarios del Gobierno que se presentaran como precandidatos para las PASO deberían “dejar sus cargos” para afrontar la campaña. “Todos los que son candidatos deben dejar sus cargos, es una regla ética que puse y quiero preservar. La pérdida de Daniel y Agustín es muy grande. La pérdida de Tolosa Paz también, pero es una regla que me impuse”.
Hablaba de Daniel Arroyo, por entonces ministro de Desarrollo; Agustín Rossi; ministro de Defensa; y de Victoria Tolosa Paz, quien estaba a cargo de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
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¿Qué pasará en 2023 cuando el Gobierno busque revalidar la elección? “No se puede ser ministro y candidato. Igual necesitás solo dos meses de campaña, no un año”, adelanta el jefe de Estado a su círculo íntimo.
Hoy son varios los funcionarios que aparecen como posibles postulantes que van desde la boleta presidencial hasta la de diputados.
Si este principio se cumple, un Sergio Massa candidato debería dejar el Ministerio de Economía en mayo. Lo mismo correría para el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro.
“No es grave y falta mucho. Hay que ver de qué candidaturas hablamos. Si uno va quinto en una lista, no tiene las mismas exigencias de quien va primero”, aclara Alberto Fernández ante la posibilidad de que distintos funcionarios integren las listas de legisladores nacionales en distintas provincias.
Siguiendo esta máxima que impone el Presidente, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, dejará el Gobierno entre febrero y marzo.
Su plan es postularse como candidato a vicegobernador por Tucumán en las elecciones que se llevarán a cabo en mayo.
