Los ojos de su padre asomaron por la campera entreabierta. El dibujo que Máximo llevaba en su remera sólo se hizo visible a la salida de la escuela en la que votó, cuando la campera se le desprendió al saludar y fotografiarse con la gente que lo esperaba afuera. Antes, había preferido esconderla. Pero la mirada y la frente de Néstor Kirchner son inconfundibles.
Máximo Kirchner votó en la Escuela Nº 11 de la ciudad de Río Gallegos con su hermana Florencia. Llegaron minutos antes de las 11 y se retiraron quince minutos después sin hacer ninguna declaración. Llegaron poco después de que sus tías Alicia y María Cristina Kirchner votaran en la misma mesa, y en la que también hubiera votado el ex presidente.
Esta semana a Máximo le tocó sufrir una situación difícil porque su novia María Rocío García perdió un embarazo de tres meses. Desde el miércoles, día de la pérdida de su primogénito, estuvo refugiado y acompañando a su novia en la casa que comparten en el barrio Apap, donde él vivió sus primeros años de infancia y adolescencia junto a su familia.
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