Desde hace casi 40 años, la inflación es el principal problema que afecta a toda la Argentina, por lo que el presidente Alberto Fernández no fue el único en declararle la “guerra” al aumento generalizado de los precios. Por el contrario, desde Alfonsín hasta hoy, todos los que ocuparon el sillón de Rivadavia y sus respectivos ministros de Economía se jactaron de poder vencer el problema inflacionario, pero la historia demostró que no salieron victoriosos.
La inflación de febrero fue de 4,7% y acumula 52,3% en un año
Con la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en puerta, Fernández ya anunció que el viernes 18 de marzo comenzará la “guerra” contra la inflación luego de dos años de gestión y con un índice inflacionario que tocó los 4.7 puntos porcentuales en febrero de este año.
La inflación, el karma de la Argentina y la batalla de Alfonsín
Con la vuelta de la democracia y la asunción de Raúl Alfonsín, la inflación comenzó a golpear duramente a la economía argentina. De esta manera, Alfonsín pasó por varias etapas y políticas públicas para combatir el alza de los precios.
Este tema se convirtió en el eje central del discurso de la apertura de las sesiones en el Congreso en 1985, cuando el presidente radical de ese momento aseguró: “La causa más dolorosa del desaliento en el trabajo es la inflación”.
Meses antes, el economista Juan Vital Sourrouille había tomado la titularidad del Ministerio de Economía de la Nación. Días después de la designación, Alfonsín se reunió con el titular de la cartera de Hacienda en Olivos, quien, en medio de un descontento social por los precios y el peronismo presionando con las elecciones de medio término, advirtió: “Presidente, no veo garantías para el éxito”.
Congelamiento de precios retro: la medida de Alfonsín hace 34 años
Alfonsín no dudó y respondió: “Tampoco yo, pero peleemos y vamos viendo”. Esta frase pareciera que se replicó en todos los gobiernos democráticos que siguieron de manera e intentaron combatir el índice inflacionario.
Menem y la inflación: “Vamos a estar bien”
Acorralado por la hiperinflación que había quedado del gobierno de Alfonsín, el expresidente Carlos Saúl Menem se aventuró a decir durante uno de sus primeros discursos: “Estamos mal, pero vamos a estar bien”.
Con la famosa Ley de Convertibilidad, impulsada por el ministro de Economía de ese momento, Domingo Cavallo, Menem logró contener por un tiempo el alza de los precios, pero la situación estalló años después con el conocido “Corralito”.
Domingo Cavallo: "Para salir de la hiperinflación y el default hay que volver a la convertibilidad"
En ese momento, Cavallo prometió tener la clave para “salir de la trampa (inflacionaria)”, que sería: “Alentar masiva y generalizadamente los ingresos de divisas por exportaciones”.
Cerca de los 2000, Fernando De La Rúa convocó una vez más al pueblo a colaborar con la batalla contra la inflación, por lo que decidió que no se gaste “ni un solo peso” de las entidades bancarias y definió al “Corralito” como un “acto patriótico”.
El kirchnerismo y la presidencia de Mauricio Macri
Durante las primeras palabras al pueblo como presidente Néstor Kirchner sostuvo: “Vengo en cambio a proponerles un sueño. Reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación. (…) Vengo a proponerles un sueño, el de volver a tener una Argentina con todos y para todos”.
En 2007, entregó el país a Cristina Kirchner con una inflación acumulada del 8.5%. Así, los precios volvieron a dispararse durante los dos mandatos de la actual vicepresidenta de la Nación.
El secretario de Comercio Interior de la exmandataria, Guillermo Moreno, se dedicó a negar constantemente la inflación durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Mientras los precios golpeaban a los ciudadanos, el ministro de Economía de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, explicaba que la “fijación de precios es privada”. Por esto mismo, Kicillof consideró: “La inflación del 40% es un dibujo”.
Con la llegada de Juntos por el Cambio a la Casa Rosada, Mauricio Macri consideró a la inflación como “una estupidez” luego de haber prometido durante la campaña bajar a cero los índices de pobreza en Argentina. Sin embargo, terminó su mandato con un 35% del país bajo la línea de la pobreza.
Uno de los principales ejes de campaña de Alberto Fernández en 2019 fue vencer la inflación y acomodar los precios de los productos en Argentina. Sin embargo, dos años después, el aumento acumulado de los precios superó los 50 puntos porcentuales.
Para el Gobierno, la inflación en febrero aumentó por la guerra en Ucrania
Por esto mismo, prometió, en reiteradas oportunidades, poner fin a la inflación en Argentina con controles de precios y restricciones a las exportaciones de carne. Sin embargo, emprenderá este viernes 18 de marzo una nueva batalla contra el valor de los productos e iniciará una “guerra” contra a inflación, que se espera pueda vencer el karma de la Argentina.
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