POLITICA

Milita en La Cámpora y denuncia a Aerolíneas

La agrupación le pedía "un diezmo". Los hechos.

Mariano Recalde, sospechado de haber participado en la reparación irregular de un avión de Aerolíneas.
| Cedoc.

Un militante de la agrupación juvenil La Cámpora que trabajaba en Aerolíneas Argentinas denunció que uno de sus jefes políticos lo presionó para que le entregase a ese movimiento K el diez por ciento de sus sueldos de empleado público.

Quien lo denunció públicamente fue Víctor Maiola a través de una carta en la que contó que su contrato fue rescindido después de que pidiera usar su salario completo para afrontar “grandes deudas que tenía y aun mantengo”. La respuesta lo sorprendió: “q no importan las deudas que uno tenga, la plata hay q ponerla igual” (sic).

Aerolíneas es dirigida por el dirigente de La Cámpora, Mariano Recalde. El vice es Eduardo "Wado" De Pedro, también de la primera plana de la agrupación juvenil K fundada por Máximo Kirchner, hijo del ex presidente. Maiola militaba en “Diversia”, una rama de la agrupación principal que se ocupa de pelear por los derechos de las minorías sexuales.

La carta, que publicó en su muro de Facebook decía: “A los efectos de que todos los compañeros estén informados, quiero comunicarles que dejaré de militar formalmente en DIVERSIA , los motivos, son las presiones y abusos que se cometieron sobre mi persona, queriéndome obligar a dejar el 10% de mi sueldo en Jet Paq , la empresa de cargas del Grupo Aerolíneas Argentinas, un trabajo conseguido gracias a la militancia, y un puesto obtenido gracias a mi capacidad, experiencia y formación legal”.

Maiola es procurador y trabajaba como despachante de cargas en Jet Paq, según informó el matutino. “Su derecho es NO ENTREGAR PARTE DE SU SUELDO, por más que lo haya conseguido por la militancia, porque los puestos para los compañeros de La Cámpora, están aprobados por decisión política, porque no hay nada que agradecer cuando uno necesita trabajo, porque todos necesitamos trabajar y pagar nuestras cosas, y no tenemos que lamerle las botas a nadie por haber entregado un curriculum”, terminó la carta.