Luego de una semana fatídica en términos financieros para el Gobierno, con un dólar blue a $ 337 y una caída de los bonos argentinos en dólares, se enfrentará Silvina Batakis a una nueva prueba en el mercado cuando tenga una nueva licitación de la deuda en pesos por alrededor de $ 300 mil millones.
“En este contexto va ser difícil tener que salir a renovar una deuda de ese monto. Seguramente tengan que validar una tasa más alta emitiendo más pesos, es la única medida que realmente van a tener que tomar para poder renovar y no acelerar este proceso de corrida, emitiendo más pesos para poder pagar los bonos, convalidando tasas más altas, no va a quedar otra, y así y todo va a ser difícil, va a ser una nueva semana en tensión”, dijo Christian Buteler, analista financiero.
Gustavo Neffa, economista y director de Research for Traders señala que: “el Gobierno se ha esmerado en intentar sostener los precios de los bonos en pesos, pero a base de pura emisión monetaria echando más leña al fuego del lado de la inflación”. “Es un mercado que el Gobierno quiere preservar para poder seguir financiando su déficit fiscal”, asevera.
En su primera licitación el Ministerio de Economía, ya con Batakis al mando, logró el 13 de julio “la conversión de la lede S29L2 y la lecer X29L2 con vencimientos el 29 de julio de 2022 reduce los vencimientos proyectados del mes en aproximadamente $ 190.400”, destacó en ese momento el organismo en un comunicado de prensa.
Originalmente a fin de mes vencían cerca de $ 500 mil millones, pero se redujo debido al canje de esa lede y lecer que vencían a fin de julio. Lo que queda de necesidad de financiamiento son 320 mil millones de pesos para cubrir a fin de mes.
Para Guido Lapa, economista y profesor de la Universidad de Buenos Aires, “nadie quiere bonos que vencen después de las elecciones (2023), porque no se sabe qué haría otro gobierno con este problema. El reperfilamiento de 2019 dejó muchas dudas, prima el corto plazo que es patear la pelota para adelante, pero muy poquito”.
Y agregó: “Esos vencimientos cortos hacen que el Tesoro tenga que renovar casi todos los meses un monto de deuda importante. Para eso le piden cada vez más garantías, pero el problema es qué pasaría si quienes tienen los bonos deciden no renovar esa deuda”.
En tanto, los bonos en dólares bajaron el viernes un 0,4%; y acumulan una pérdida del 63% desde que salieron al mercado cuando Argentina reestructuró su deuda.
Los globales GD29, GD30, GD35 y DG46 ofrecen una paridad menor a 19 dólares por cada cien nominales. El GD30, que ofrece un retorno de 43,3%, rinde poco menos que un bono de Ucrania con duration similar, que promete un 44,1% anual, en plena guerra con Rusia. En tanto que el GD29 rinde más en comparación con el bono ucraniano, ofreciendo 46,7% anual.
“En cambio, los bonos en pesos han tenido una recuperación sobre la base de compras oficiales para no tener un mercado de deuda quebrando para poder seguir financiando el déficit fiscal que no se monetiza”, señaló Neffa.
Por su parte, el riesgo- país se ubicó el viernes en casi los 2.943 puntos básicos. El indicador elaborado por la banca de inversión JP Morgan se encamina a los 3 mil y se ubica en su nivel más alto desde mayo de 2020.
Por otro lado, el dólar blue cerró a $ 337 y acumula un alza de 99 pesos en lo que va de julio.